Violencia penitenciaria en Ecuador: 33 muertos en Esmeraldas y Machala
La violencia regresó con fuerza a las cárceles de Ecuador. En menos de una semana, 33 personas fueron asesinadas en dos masacres ocurridas en los centros penitenciarios de Machala y Esmeraldas, marcando un repunte sangriento que no se veía desde 2022.
La primera matanza se produjo el 22 de septiembre en Machala, donde 16 personas murieron —15 reclusos y un guía penitenciario— tras un ataque atribuido a la banda “Los Lobos Box”. Dos policías resultaron heridos y se reportaron secuestros de uniformados. Días después, en Esmeraldas, otros 17 internos fueron asesinados en un enfrentamiento vinculado a “Los Tiguerones” contra rivales de “Los Lobos” y “Choneros”.
Las imágenes difundidas reflejan un nivel de brutalidad extrema, con cuerpos descuartizados y pabellones tomados por las bandas. Aunque las autoridades desplegaron fuerzas de seguridad, expertos advierten que la violencia responde a una lógica criminal que busca disciplinar disidencias, disputar mercados ilegales y desafiar al Estado.
Desde 2021, Ecuador atraviesa una crisis penitenciaria que dejó centenares de muertos en motines, siendo 2021 el año más sangriento con la masacre de 119 reclusos en la Penitenciaría del Litoral. Si bien en 2023 y 2024 la violencia carcelaria se redujo y se trasladó a las calles, los hechos recientes muestran que el sistema sigue sin control.
Especialistas como Lorena Piedra y Daniel Pontón coinciden en que la militarización ha sido solo un paliativo y que el SNAI carece de capacidad para manejar las prisiones. Sin un rediseño institucional profundo y medidas más allá de lo militar, advierten, las cárceles continuarán siendo escenarios de matanzas recurrentes.

