Una encuesta recién salida del horno preocupa al Gobierno
Una reciente encuesta de la consultora Opina Argentina encendió las alarmas en el oficialismo. La medición revela que la mayoría de los argentinos evalúa negativamente la gestión del Gobierno nacional en temas sensibles, lo que refleja un escenario de malestar creciente y desconfianza extendida.
Los datos revelan una tendencia crítica que no solo se repite en este estudio, sino que también aparece en sondeos de otras consultoras como Zuban Córdoba. La pregunta que flota en el aire es: ¿puede el Gobierno revertir este clima adverso?
Uno de los aspectos más preocupantes para el Ejecutivo es la percepción sobre su política hacia los adultos mayores. Según Opina Argentina, el 69% de los encuestados rechaza la gestión respecto a los jubilados, un número que se convierte en símbolo del enojo social.
Otro dato relevante es el 64% de desaprobación en relación al ajuste de la obra pública, lo que refleja el impacto negativo de los recortes sobre el tejido social y territorial. A esto se suma un 52% de rechazo a la gestión económica y otro 52% en el manejo de la política exterior.
En paralelo, el 53% de los encuestados cree que la corrupción es un problema creciente, lo que agrava aún más la percepción pública sobre la transparencia institucional.
Seguridad y economía: luces tenues en un tablero complicado
Si bien el panorama es mayormente adverso, algunos sectores muestran un respiro. La gestión en seguridad cosecha un 44% de aprobación, mientras que la economía obtiene un 46% de imagen positiva, aunque ambos casos quedan opacados por niveles similares o superiores de rechazo.
Estos números, aunque levemente más optimistas, no alcanzan para consolidar una imagen de fortaleza. El resultado global es el de una administración nacional que enfrenta serios problemas de legitimidad social y narrativa pública.
El desafío político: revertir una percepción en caída libre
La encuesta de Opina Argentina no es un caso aislado. Se suma a una secuencia de mediciones que, desde distintos enfoques, marcan una pérdida sostenida de confianza social en el Gobierno nacional. Incluso en las áreas donde el oficialismo intenta posicionarse con más firmeza, el apoyo se muestra limitado.

