Ucrania golpeó sistemas clave de Rusia en Crimea
Las fuerzas ucranianas intensificaron en las últimas horas su ofensiva contra la infraestructura militar rusa en Crimea, con ataques que destruyeron helicópteros, radares y sistemas de defensa antiaérea considerados estratégicos por Moscú.
La operación fue ejecutada por una unidad especial de la inteligencia militar ucraniana (GUR), que aseguró haber alcanzado “objetivos de alto valor”. Entre ellos se encuentran un radar Utos-T, un radiotelescopio RT-70, equipos del sistema satelital ruso Glonass, un radar MR-10M1 Mys M1 y un radar 96L6-AP, vinculado al sistema antiaéreo S-400, la defensa más sofisticada de Rusia. Además, fueron destruidos al menos tres helicópteros militares.
El ataque se complementó con otras acciones: drones derribaron dos helicópteros en una base cercana a Simferopol y misiles impactaron contra seis aerodeslizadores en Voloshine. Con estas operaciones, Kiev busca debilitar la arquitectura de defensa aérea rusa y enviar un mensaje político de que la península ocupada no es un bastión inexpugnable.
Expertos internacionales destacaron el impacto simbólico y militar de la pérdida de equipos del S-400, promocionados por el Kremlin como una de sus armas más avanzadas. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló que estos ataques “revelan fallas profundas en la doctrina rusa” y debilitan la narrativa de supremacía tecnológica de Moscú.
La ofensiva ocurre en un contexto económico y político complejo para Rusia, que enfrenta sanciones internacionales y una inflación cercana al 9 %. Mientras tanto, el presidente Vladimir Putin intenta mostrar respaldo internacional en foros como la Organización de Cooperación de Shanghái, en la que se reunió con líderes de China, India y Turquía.
En Crimea, la población civil vive bajo el impacto constante de los bombardeos, con apagones y restricciones de comunicación que aumentan la incertidumbre. Para Ucrania, cada ataque es un recordatorio de que el control ruso sobre la península sigue en disputa y que la recuperación de su soberanía permanece como objetivo central de la guerra.
