Trasladan al Chaco al cabecilla del «Clan Sosa» detenido en Buenos Aires
Ariel Alberto Sosa, quien estaba prófugo desde 2022, fue capturado en Villa Fiorito gracias a un operativo conjunto de las policías
Ariel Alberto Sosa, uno de los líderes del llamado «Clan Sosa», ha sido trasladado a la provincia del Chaco, donde se encuentra detenido en el Escuadrón de Gendarmería Nacional, tras su arresto el pasado lunes en la localidad de Villa Fiorito, en el partido de Lomas de Zamora. Sosa había estado prófugo desde abril de 2022 y existía sobre él un pedido de captura a nivel nacional e internacional por delitos federales relacionados con el lavado de dinero provenientes del narcotráfico, asociación ilícita y manipulación de bienes de origen delictivo. Por su localización, el Ministerio de Seguridad de la Nación había ofrecido una recompensa de 5 millones de pesos.
Su captura fue el resultado de una investigación colaborativa entre el Departamento de Investigaciones Complejas Interior de la Policía del Chaco y el Departamento de Homicidios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Las fuerzas chaqueñas activaron alertas de búsqueda en diversas áreas del conurbano sur, lo que permitió interceptar un vehículo Toyota negro en la jurisdicción de la Comisaría Quinta de Villa Fiorito.
Durante el operativo, Sosa intentó eludir a la justicia presentando un documento falso, pero la verificación morfológica y de datos personales pudo confirmar su identidad. Fue detenido de inmediato y se procedió al secuestro del vehículo. Posteriormente, se realizó el exhorto judicial para su traslado al Chaco.
La causa contra Ariel Sosa está en manos del Juzgado Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, y abarca delitos contemplados en los artículos 303 y 304 del Código Penal, relacionados con el lavado de activos. El «Clan Sosa» es una organización criminal originaria de Sáenz Peña, señalada por su involucramiento en el tráfico de estupefacientes. Se investiga su conexión con el tráfico de cocaína desde Bolivia y marihuana desde Paraguay. En 2016, nueve de sus miembros fueron condenados por narcotráfico y se estima que al menos 70 personas están ligadas al grupo delictivo. Además, en febrero de 2024, otro líder del clan, Hugo Sosa, se entregó después de estar prófugo durante dos años. La Justicia también está investigando presuntos vínculos del clan con el ex conjuez Miguel Aranda, que actualmente se encuentra procesado, quien habría proporcionado información privilegiada sobre operativos policiales.

