Sociedad 

Taxistas tras la Audiencia Pública por Uber y Didi: ‘Estas aplicaciones vienen a destruir todo’

 

Gabriel Uguelli, referente del Sindicato de Peones de Taxi, cuestionó el desarrollo y el enfoque del debate para regular las aplicaciones de transporte. Advirtió sobre pérdida de empleo, tarifas inviables, falta de controles y riesgos para la seguridad de los usuarios.

La audiencia pública realizada este lunes en el Concejo de Resistencia, para debatir la regulación de las aplicaciones de transporte dejó un fuerte malestar en el sector de taxis y remises. Así lo expresó Gabriel Uguelli, referente del Sindicato de Peones de Taxi, quien aseguró que el encuentro le dejó “un sabor muy amargo” y, según afirmó, expuso con crudeza “la realidad que hoy atraviesa la ciudad”.

Uno de los principales ejes del reclamo del sector está vinculado a la seguridad de los pasajeros. Uguelli cuestionó duramente el discurso de las plataformas digitales y sostuvo que “venden una seguridad que no existe”. Según denunció, la falta de controles permite irregularidades graves: “Las cuentas se crean con perfiles de Facebook, se alquilan usuarios, se adulteran documentos y se fabrican papeles para dar de alta vehículos”, señaló en comunicación con Radio Libertad.

Uguelli recordó que el debate no es nuevo y que ya hubo una audiencia pública similar hace casi un año. “En ese momento se modificó el Código Urbano para permitir el ingreso de aplicaciones extranjeras que hoy operan de manera ilegal en Resistencia”, señaló.

Además, afirmó que actualmente hay más de 190 autos provenientes de Corrientes trabajando en Resistencia sin habilitación ni control municipal. “La tecnología puede ser muy buena, la logística puede ser brillante, pero estas aplicaciones vienen a destruir todo lo que está a su paso”, advirtió.

Uguelli sostuvo que, en las condiciones actuales, la convivencia entre taxis, remises y aplicaciones es directamente inviable. Para respaldar su postura, expuso cifras concretas: un viaje por aplicación tiene un costo inicial cercano a los 711 pesos, con adicionales de 62 pesos por minuto y 347 pesos por kilómetro, valores que calificó como “irrisorios”. “¿Cómo se sostiene eso cuando un litro de combustible cuesta entre 1.800 y 2.000 pesos?”, se preguntó. Recordó además que solo en noviembre el sector sufrió seis aumentos de combustibles, a los que se sumaron nuevas subas en diciembre.

Según explicó, los trabajadores vienen absorbiendo esos costos para no perder el empleo. “Hace dos años que se vienen perdiendo fuentes de trabajo. Se deja de lado todo lo que se puede con tal de llevar el pan a la casa”, afirmó.

El dirigente sindical describió un panorama económico crítico para los trabajadores del sector. Mencionó alquileres de vehículos que superan los 350 mil pesos mensuales, boletas de luz de hasta 250 mil, costos elevados de revisiones técnicas y carnets profesionales que pueden alcanzar los 360 mil pesos cuando son de jurisdicción nacional.

“¿Cuántos viajes de 900 pesos hay que hacer para cubrir solamente el combustible del día?”, cuestionó, y remarcó que muchos choferes se ven obligados a elegir entre cumplir con pagos municipales o cubrir necesidades básicas.

Uguelli aclaró que el sindicato no se opone a la modernización ni a la incorporación de nuevas tecnologías, pero reclamó igualdad de reglas. “No estamos en contra de las aplicaciones. El problema es que el municipio se olvidó de hacer cumplir la Carta Orgánica, que establece que debe regular tarifas y garantizar condiciones justas para todos”, sostuvo.

También denunció una “doble vara” en la mirada social: “Al taxista se lo señala como ladrón, pero cuando la aplicación multiplica la tarifa por lluvia o alta demanda nadie dice nada”. En ese marco, advirtió que cerca del 40% de cada viaje se va al exterior, lo que representa una fuerte fuga de capitales. Según estimaciones del sector, solo en 2023, con apenas 100 vehículos, las plataformas se habrían llevado más de 1.200 millones de pesos sin realizar aportes a la ciudad.

Finalmente, vinculó la aceleración del debate con recientes hechos de inseguridad y recordó que el sector viene alertando desde hace años sobre estos riesgos. “De 1.500 remises hoy quedan 125, y de 700 taxis apenas poco más de 100”, detalló. En ese contexto, advirtió que el camino actual apunta a “liberar la ciudad” sin controles ni responsabilidades claras. “Después, cuando hay un problema, el municipio no se hace cargo de nada y el usuario queda completamente desprotegido”, concluyó.

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