Sin ayuda del gobierno, niños y abuelos de El Sauzalito comen sólo gracias al amor de Luis y Clarisa

En el barrio Wichí de El Sauzalito, funciona «a pulmón» un merendero que se encarga de alimentar a más de 150 niños y abuelos. Piden ayuda del Gobierno.

En El Sauzalito, localidad situada en el norte de nuestra provincia, en el departamento General Güemes, abarca varias aglomeraciones cercanas como El Sauzal, Wichí, Tartagal, Fortín Belgrano y Tres Pozos, que cuenta con poco más de 2000 habitantes. Se encuentra a 285 km de Castelli y a 550 km de Resistencia.

Allí, cientos de niños, adolescentes y abuelos de entre 60 y 70 años, de la etnia wichí y criollos, comen, a veces por única vez en el día, en un merendero que funciona hace tres años, a pulmón.

• 

«A los que están lejos y quieren venir a ver lo que hacemos, será de mucha ayuda, para que así vean la realidad»

Dijo Luis, quien se encarga de mantener funcionando el lugar.

Cada día, Luis, su esposa y otros buenos corazones, se encargan de hacer un arroz con leche, un matecocido, pan casero, y cuando es un buen día: una comida, para más de 150 niños y abuelos, que muchas veces no tienen otro alimento más que este. Las provisiones, son donaciones mayormente de otras provincias y también de otras localidades del Chaco, y gran parte también, son ayudas que reciben por parte del Municipio, cuyo intendente es Alcides Pérez. Gente que ayuda enviando leche en polvo, harina para el pan, azúcar…o con ropas y útiles para repartir entre todos ellos, que lo necesitan por igual.

La mayoría de los pequeños están escolarizados. Desde el merendero se encargan de incentivarlos a estudiar y organizan talleres educativos para que puedan aprender a leer y escribir.

• 

• 

• 

El merendero funciona en el Barrio Wichí, uno de los tantos lugares del interior provincial, abandonados y olvidados durante años por los gobiernos que pasaron.

AÑ0S DE GOBIERNOS. RICOS HASTA LAS MUELAS. MIENTRAS LOS NIÑOS SE MUEREN DE HAMBRE, COMIENDO EN EL BARRO CON TODAS LAS ENFERMEDADES EVITABLES

Luis asegura haber pedido muchas veces ayuda al Gobierno, al de Capitanich y ahora al de Peppo. Ninguno le proveyó jamás de alimentos o cualquier otro elemento «básico e indispensable» para poder sostenerlo. Muchas veces, preparan matecocido con pan, y no alcanza…pero rápidamente improvisan algo para que nadie se quede sin su «tajadita».

UNA VEZ, RECIBIERON LA VISITA DE PERSONAL DE DESARROLLO SOCIAL DE LA PROVINCIA

«Sacaron fotos y nos llenaron de mentiras. Dijeron que nos ayudarían con alimentos no perecederos y nunca más volvieron»

contó Luis al medio.

En El Sauzalito, hay muchos niños con desnutrición, y que hoy necesitarían de esa leche que se robaron en Salud Pública. Hay muchos adultos que no comen, porque la ración es tan chica que alcanza sólo para unos cuantos, y priorizan darles a los más pequeños. En El Sauzalito, hay una sola ambulancia. Un sólo patrullero, y no tienen sala de primeros auxilios (sala prometida y anunciada en el gobierno de Jorge Capitanich, y que nunca se cumplió…ésto ahondaremos en otra publicación).

Toda la zona de El Impenetrable atraviesa una situación de extrema precariedad, con condiciones sanitarias y alimentarias lamentables. Son, literalmente, «olvidados». ¿No hay decretos para estas situaciones?

Desde el merendero «Don Rubio Miranda» piden ayuda al gobierno, para poder seguir alimentando a todos estos niños y abuelos.

Tal vez el gobernador Peppo, o su esposa a través de la Fundación que tantos fondos ha recibido por decreto en los últimos años, se puedan acercar y ayudar a estas personas que, de verdad lo necesitan.

«Un nombre especial»

«Don Rubio Miranda», el nombre que lleva el merendero, es en homenaje a Lorenzo Miranda, conocido en la comunidad por su trabajo durante muchos años en Salud Pública, en puestos sanitarios de parajes vecinos y fue uno de los primeros auxiliares de la zona. Luego, se quedó trabajando en el hospital central Arturo U. Illia de El Sauzalito. Además de su oficio en salud, fue uno de los más conocidos en la siembra de verduras, abasteciendo a comerciantes del pueblo.

Don Rubio, crió un nieto desde bebé, le enseñó a trabajar, estudiar y sobre todo ser humilde con las personas. Hoy su nieto ya tiene su familia formada. Su nieto, es Luis, quien ahora dirige y sostiene el merendero.