Sociedad 

Se celebra hoy, el día del médico

«La formación médica implica, además del conocimiento científico, el desarrollo de actitudes profesionales y humanas -que son lo mismo en realidad- como la compasión o el interés por el paciente», explicó el Dr. Miguel Ángel Centeno, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Austral.
El 3 de diciembre fue propuesto en 1953 por la Federación Médica Argentina, a través del Profesor Remo Bergoglio, en el Congreso Panamericano celebrado en Dallas (Texas), en homenaje al nacimiento del Dr. Carlos Finlay (1833-1915), médico cubano que descubrió al mosquito transmisor de la fiebre amarilla.

La fiebre amarilla fue estudiada clínicamente durante años y años. Los estudios de Finlay empezaron en 1865 y resultaron determinantes.

En 1901, la Junta de la Fiebre Amarilla confirmó y amplió la teoría de Finlay. Ya en ese momento, las condiciones estaban dadas para las iniciativas de erradicación que no solamente alejaron la enfermedad del Caribe, sino que permitieron la conclusión del Canal de Panamá.

Finlay formó parte de un comité de organizador que en 1902 tuvo a su cargo la creación de la nueva Oficina Sanitaria Internacional (precursora de la OPS). En agosto de 1956 Argentina adhirió oficialmente a la conmemoración por iniciativa del Colegio Médico de Córdoba, avalada por la Confederación Médica Argentina y oficializada por decreto del gobierno nacional.

En el marco de la conmemoración del Día del Médico el Dr. Miguel Ángel Centeno, vicedecano de la Facultad de Ciencias Biomédicas y director de la carrera de Medicina de la Universidad Austral, reflexionó sobre la formación de los futuros profesionales. «El alumno de Medicina necesita o, mejor dicho, debe aprender que un paciente es sobre todo una persona y su entorno familiar, social, espiritual y político», consideró.

«La Medicina es una profesión que sabe mucho, pero no sabe todo. Y es por eso que formar un buen médico no es una tarea sencilla por varias razones. La formación médica implica, además del conocimiento científico, el desarrollo de actitudes profesionales y humanas -que son lo mismo en realidad- como la compasión o el interés por el paciente», dijo Centeno.

En ese sentido, el vicedecano contó que el alumno de Medicina necesita o, mejor dicho, debe aprender que un paciente es sobre todo una persona y su entorno familiar, social, espiritual y político. Sin olvidar, que también la sociedad es «un paciente» que debe ser tratado con prevención, planificación y gestión eficaz.

 

La Nación.-

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