Rusia atacó Ucrania y se complica el fin de la guerra
Un nuevo ataque masivo de Rusia a Ucrania genera tensión internacional y declaraciones de Trump y Macron
La guerra entre Rusia y Ucrania continúa escalando tras más de tres años de conflicto. En una de las ofensivas más intensas hasta la fecha, Rusia lanzó un ataque nocturno con 355 drones y nueve misiles, el tercero consecutivo de este tipo, que afectó varias regiones ucranianas, incluidas Kiev, Odesa, Járkiv, Khmelnytskyi y Cherkasy.
En Kiev, la alerta aérea duró seis horas, mientras que se reportaron incendios, explosiones y daños a viviendas particulares. Las autoridades ucranianas informaron que lograron neutralizar al menos 25 drones en la región central de Cherkasy.
Este ataque, que marca los 1.188 días desde el inicio del conflicto, ha sido el más amplio registrado hasta el momento, según la fuerza aérea de Ucrania. La intensidad de la ofensiva ha provocado fuertes reacciones internacionales.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, «se ha vuelto completamente loco», a pesar de los mensajes del Kremlin sobre una aparente voluntad de negociar la paz.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también se pronunció, señalando que Trump parece haber comprendido finalmente las mentiras de Putin. Macron expresó su esperanza de que el enfado del exmandatario estadounidense se traduzca en nuevas sanciones contra Rusia.
Mientras tanto, Moscú asegura que continúa trabajando en un memorándum para un posible acuerdo de paz. Sin embargo, el Kremlin respondió a las declaraciones internacionales agradeciendo al pueblo estadounidense y a Trump por su papel en fomentar negociaciones, aunque sugirió que algunos actores podrían estar actuando «emocionalmente sobrecargados».
Por otro lado, Rusia informó haber derribado 96 drones ucranianos y se vieron obligados a suspender vuelos en varios aeropuertos de Moscú como medida de seguridad.
El conflicto sigue mostrando un alto nivel de violencia y polarización internacional, mientras las posibilidades reales de una solución diplomática permanecen inciertas.
