Ruralistas exigen plan concreto para eliminar las retenciones
Los ruralistas han vuelto a solicitar un plan definido para abolir las retenciones. Tras el breve período de «retenciones cero», los productores de ganado han renovado su demanda ante Milei, afirmando que «el campo puede generar más divisas y más rápidamente que Vaca Muerta».
La controversia por el fugaz esquema de retenciones cero ha reavivado las tensiones entre el Gobierno y el sector agropecuario. Los líderes rurales, encabezados por la Sociedad Rural Argentina (SRA), han instado a la administración de Javier Milei a presentar un plan concreto para eliminar de forma permanente los derechos de exportación, alegando que la falta de previsibilidad obstaculiza la planificación de inversiones y el crecimiento productivo.
Marco Pereda, vicepresidente de la SRA, criticó que en lo que va del año, el Ejecutivo ha realizado cuatro cambios en el esquema de retenciones. «Estas intervenciones en el mercado provocan una pérdida de transparencia y previsibilidad», comentó en declaraciones radiales, y solicitó al equipo económico de Luis Caputo un programa gradual que explique cómo y cuándo se suprimirán los impuestos. «Necesitamos previsibilidad para operar. Si el Gobierno nos presenta un plan claro, podemos aumentar la producción y proyectar inversiones», añadió.
Pereda subrayó el potencial del sector agropecuario como generador de divisas, recordando que contribuye con aproximadamente US$45.000 millones a la economía y aporta alrededor de US$10.000 millones en retenciones al Estado. Según sus estimaciones, Argentina produce 130 millones de toneladas y exporta 100 millones, pero podría incrementar esa cifra a 200 millones «en un tiempo mucho menor que Vaca Muerta o la minería». «Somos el único sector capaz de aumentar inmediatamente la producción si se eliminan los impuestos distorsivos», argumentó.
El conflicto se intensificó tras el anuncio del lunes, cuando el Gobierno estableció retenciones cero a la soja y otros granos hasta octubre o hasta que se alcanzaran operaciones por US$7000 millones. En solo tres días, se alcanzó ese límite, y el beneficio quedó sin efecto, lo que desencadenó la reimposición de las alícuotas anteriores. «Esto generó descontento en el campo», reconoció Pereda, quien además criticó que el diferencial del 26% no se reflejara completamente en el precio pagado a los productores.
Mientras la SRA destaca que la falta de estabilidad frena inversiones, el Gobierno busca mantener la calma. Juan Pazo, jefe de ARCA, afirmó que este viernes los productores lograron vender la soja a un precio un 15% superior al que se registraba antes de la medida y, en todos los casos, obtuvieron beneficios. No obstante, el desencanto del sector agropecuario continúa y crece la presión para que la Casa Rosada defina un rumbo claro sobre el futuro de las retenciones.
