Robo agravado en escuela de Sáenz Peña alarma a comunidad educativa
Una maestra fue asaltada a mano armada durante el desarrollo de su clase. Este hecho insólito de inseguridad sacudió la tranquila rutina escolar del barrio Solidario en Sáenz Peña. La situación resulta aún más sorprendente: frente a la escuela hay una caseta policial.
El asalto a la maestra ocurrió en el interior del edificio escolar, a plena luz del día mientras impartía sus lecciones. Era un miércoles por la mañana, poco después de las 10, cuando la tranquilidad en la Escuela N°1069 «Carlos Fuentealba» se interrumpió de manera abrupta. Un joven armado entró en el establecimiento, se dirigió directamente a la oficina de dirección y, sin dudarlo, apuntó a la docente mientras exigía, con un revólver en mano: «dame tu celular y no digas nada, calladita nomás». El asombro y el temor invadieron el aula silenciosa, y la maestra, sin ofrecer resistencia, le entregó su teléfono.
El ladrón huyó rápidamente y, al cruzar la calle, las cámaras de vigilancia municipal lograron registrar su huida. La curiosidad y la indignación fueron instantáneas: justo frente a la escuela hay una caseta policial que opera de manera permanente. Según comentan en la comunidad educativa, es posible que el delincuente haya accedido por los costados, fuera del campo de visión del policía de guardia, pero esta justificación no apacigua la ira de los vecinos ni de la víctima. «Nunca pensé que algo así pudiera suceder tan cerca de donde debería haber seguridad cada día. Solíamos dar clases con confianza, pero hoy sentimos miedo», expresó la docente después del suceso, aún aturdida por la experiencia.
Una vez que logró calmarse, la maestra notificó a la Regional Educativa y al 911. En pocos minutos, agentes de la policía y de la División de Investigaciones arribaron al lugar para recoger testimonios y revisar las grabaciones de las cámaras. El incidente, clasificado como «robo agravado por el uso de arma de fuego», fue asignado a la fiscalía y a las fuerzas de seguridad locales, que iniciaron un operativo para reunir toda pista posible y dar con el culpable.
Desde la comunidad educativa y los padres, la demanda es unánime: más medidas de prevención y una presencia efectiva de las fuerzas de seguridad en los pasillos de la escuela y sus alrededores. «No pedimos nada extraordinario. Solo queremos dar clases en paz y sentir que nuestros hijos y nosotros estamos protegidos», insistieron, esperando respuestas y que un hecho tan insólito no vuelva a ocurrir en las aulas chaqueñas.

