Recomendaciones cardiovasculares de médicos especialistas
La enfermedad cardiovascular (ECV) representa la causa principal de decesos a nivel global, siendo responsable de la muerte de 18 millones de personas al año debido a afecciones del corazón y los vasos sanguíneos, como infartos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca. La mayoría de estas fatalidades suceden en naciones de ingresos medios y bajos.
Según la Dra. Valeria El Haj, «El 80% de los decesos prematuros por ECV son prevenibles realizando pequeños ajustes en nuestro estilo de vida: una dieta equilibrada, ejercicio y manejo del estrés. Esto nos ayuda a cuidar la salud del corazón y combatir las enfermedades cardiovasculares».
Algunos hábitos saludables para proteger el corazón incluyen:
– **Dieta sana y completa**: seguir una alimentación equilibrada, consumir alimentos ricos en Omega 3 (como pescados), controlar el colesterol (limitando grasas animales), reducir la sal (sodio) en las comidas y moderar el consumo de alcohol.
– **Ejercicio físico**: esta actividad trae múltiples ventajas para la salud cardiovascular, mejorando factores de riesgo y la función endotelial, lo que a su vez disminuye las posibilidades de desarrollar dolencias cardíacas y reduce la mortalidad. El ejercicio regularmente mejora la función del corazón y permite que las personas activas tengan niveles más bajos de presión arterial, mejor sensibilidad a la insulina y un perfil lipídico más saludable. Solo quince minutos de ejercicio diario pueden bajar en un 14% la tasa de mortalidad por cualquier causa.
– **Abandono del tabaquismo**: dejar de fumar es esencial para disminuir el riesgo de infarto de miocardio, ya que los fumadores tienen mayor probabilidad de presentar problemas cardiovasculares a una edad temprana.
Estos son componentes fundamentales para disminuir riesgos cardiovasculares, ayudando a mantener la presión arterial en niveles normales, reducir el perímetro abdominal y controlar los niveles de colesterol “malo” LDL mientras se eleva el colesterol “bueno” HDL.
Además de prevenir, es crucial estar preparados para actuar ante emergencias. La Dra. El Haj enfatiza: «La cadena de vida comprende una serie de acciones que aumentan las probabilidades de supervivencia ante un paro cardíaco. Comenzando por identificar los síntomas y activar el sistema de emergencias, seguido de una RCP efectiva, desfibrilación temprana usando un Desfibrilador Externo Automático (DEA) y finalizando con atención médica avanzada».
En cuanto a la RCP en adultos, se deben seguir estos pasos:
– Sin ponerte en peligro, coloca a la persona en el suelo de espaldas, asegurándote de que no haya obstáculos en las vías respiratorias.
– Arrodíllate a un lado de la persona, coloca la base de una mano en el centro del pecho y la otra mano sobre ella.
– Con los brazos rectos y los hombros alineados sobre las manos, realiza compresiones de aproximadamente 5 cm de profundidad a un ritmo de 100 por minuto, permitiendo que el tórax regrese a su posición normal entre compresiones. Si es posible, usa un DEA.
– Continúa con las compresiones sin detenerte hasta que lleguen los servicios de emergencias médicas y comiencen la resucitación cardiopulmonar avanzada y la desfibrilación.
– Estas maniobras deben llevarse a cabo hasta que llegue la ambulancia o hasta que la víctima recupere el pulso o la conciencia.

