¿Qué privatizaciones tiene el Gobierno en mente para aumentar las reservas?
El Gobierno nacional se encuentra en proceso de acelerar las privatizaciones de ocho empresas públicas, tal como se establece en la Ley de Bases. Esta estrategia fue mencionada por el ministro de Economía, Luis Caputo, como un medio para generar ingresos en dólares que ayuden a aumentar las reservas del Banco Central, sin necesidad de recurrir al mercado cambiario.
Las empresas que están en la lista inicial para la privatización incluyen a Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa), Nucleoeléctrica, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Intercargo, AySA, Trenes Argentinos, Belgrano Cargas y Corredores Viales. La Agencia de Transformación de Empresas Públicas, liderada por Diego Chaher y con el respaldo de Caputo, coordina el plan que prevé diferentes modalidades de transferencia: licitaciones, concesiones, subastas y venta directa de acciones.
Una de las acciones más avanzadas es la licitación de varias centrales hidroeléctricas en el Comahue, cuyo contrato de concesión termina en agosto, con expectativas de un ingreso de entre 400 y 500 millones de dólares, además de un acuerdo que garantiza ingresos a las provincias de Río Negro y Neuquén.
Asimismo, se proyecta la venta de Intercargo y del 50% de las acciones de Enarsa en Citelec, responsable de la transmisión eléctrica en el país. En cuanto a Corredores Viales, se planea licitar los tramos bajo su control antes de clausurar la compañía, mientras que AySA pasará primero a una concesión, con la posibilidad de ser subastada posteriormente en la Bolsa.
Desde el Gobierno se reconoce que la situación política y económica es determinante, por lo que muchas de las operaciones se realizarán después de las elecciones legislativas, con la esperanza de un entorno más estable que inspire confianza a los inversores. Entre las empresas en revisión también se encuentran Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentina y Correo Argentino, excluidas de la Ley de Bases a solicitud de la oposición, así como el futuro del Banco Nación, que recientemente perdió el monopolio en el pago de sueldos a empleados públicos.

