Obregón habló en el juicio y justificó su cercanía con César y los Sena
Por primera vez desde el inicio del juicio, Obregón decidió declarar ante el jurado y explicar su participación en los hechos investigados. Comenzó con un pedido de disculpas dirigido a las familias involucradas, reconociendo que su accionar pudo haber sido interpretado como una omisión.
“Nunca fue mi intención lastimar o agredir a alguien”, expresó durante su testimonio.
Obregón relató su estrecho vínculo con la familia Sena, en especial con César, a quien acompañó —según dijo— en numerosas ocasiones a lo largo de los años. Sostuvo que esa cercanía se basaba en el afecto y la confianza construida con los padres de César, Emerenciano Sena y Marcela Acuña.
“Siempre acompañé a César por el cariño, el respeto y la infinita gratitud que les tengo”, afirmó.
También destacó la importancia que la familia Sena tuvo en su vida personal, asegurando que sus decisiones nunca buscaron perjudicar a nadie.
Al cerrar su declaración, reiteró su afecto hacia César: “Lo quiero como a un hijo de corazón. Pido perdón… nunca fue mi intención causar daño”.

