Un Primero de Mayo, trabajadores de todas partes del mundo se manifestaron
Manifestación por el Día del Trabajador en París. (AFP)
En un año signado por la guerra comercial global provocada por el presidente estadounidense, Donald Trump, los trabajadores en diversas partes del mundo se unieron en las calles para exigir mejoras salariales y la defensa de sus derechos en este Primero de Mayo. Las marchas se incrementaron en Latinoamérica, donde en muchos casos se abogó por la reducción de la jornada laboral. Solo se registraron alteraciones del orden en Francia y Turquía, mientras que en Estados Unidos, inmigrantes marcharon en oposición a las políticas de Trump.
El fin de la jornada 6×1 En Brasil, los sindicatos llevaron a cabo su principal manifestación en San Pablo, en la plaza Campo de Bagatelle. Los líderes de los gremios más influyentes del país instaron a los trabajadores a estar «alertas» y «preparados» para enfrentar a una extrema derecha brasileña que busca un nuevo candidato tras la inhabilitación del expresidente Jair Bolsonaro, quien también será juzgado por intentar un golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva. Por primera vez en su mandato, el presidente no asistió a los actos del Primero de Mayo, y en su lugar, ofreció un discurso por radio y televisión, donde prometió discutir sobre la abolición de la jornada 6×1, que establece un día de descanso y seis de trabajo a la semana. «Es momento de que Brasil dé este paso, escuchando a todos los sectores de la sociedad, para así lograr un equilibrio entre la vida profesional y el bienestar de los trabajadores», enfatizó Lula.
Trabajadores e indígenas en Colombia marcharon por las calles de Bogotá en respaldo a las reformas sociales del presidente Gustavo Petro y a su propuesta de convocar una consulta popular. En Uruguay, las consignas que concentraron las movilizaciones en las principales avenidas de Montevideo se centraron en la reducción de la jornada laboral a 40 horas, salarios de calidad, la lucha contra la violencia de género y jubilaciones dignas. El presidente Yamandú Orsi estuvo presente en el acto, junto a la vicepresidenta, Carolina Cosse, y líderes de la oposición.
Miles de personas salieron a las calles de la capital chilena para celebrar el Día del Trabajador, un día marcado por un acuerdo firmado un día antes entre el gobierno y el principal sindicato del país, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), para un aumento del salario mínimo. En Bolivia, los trabajadores se dividieron entre quienes apoyaban las recientes medidas salariales del gobierno de Luis Arce y quienes criticaban la falta de soluciones ante la inflación, la escasez de divisas y combustibles.
De Cuba a EE.UU. El gobierno cubano presentó la tradicional marcha del Primero de Mayo como una clara demostración de apoyo político y exhortó a la unidad interna en un contexto de creciente tensión con EE.UU. Decenas de miles de cubanos desfilaron por la Plaza de la Revolución en La Habana, un escenario que no había sido utilizado para esta marcha desde 2022, y escucharon repetidos mensajes en esa dirección desde la tribuna.
Mientras tanto, cientos de trabajadores inmigrantes y representantes de varias organizaciones sindicales marcharon hacia la Casa Blanca, gritando «¡Mayday!» o «¡Auxilio!» para exigir «respeto y dignidad» a la administración de Donald Trump y el regreso del salvadoreño Kilmar Abrego García. «Estamos viendo que los inmigrantes están cansados de vivir con miedo y por eso estamos aquí manifestándonos», comentó Jossie Flor Sapunar, directora de comunicación del grupo pro-inmigrante CASA, quien mencionó que la convocatoria reunió en Washington a participantes de Maryland, Virginia, Georgia, Nueva York y más.
Algunos disturbios en Francia y Turquía En Europa, la manifestación más significativa tuvo lugar en Francia, donde ocurrieron incidentes que resultaron en varias decenas de detenciones, especialmente en París. La Confederación General del Trabajo (CGT) estimó que en los 270 desfiles contabilizados a nivel nacional participaron cerca de 300 mil personas. Su secretaria general, Sophie Binet, declaró que «desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, hemos estado escuchando hablar de guerra, deuda, inmigración e inseguridad, pero nada sobre los problemas sociales de los trabajadores».
En Alemania, alrededor de 310 mil personas salieron a manifestarse en diversas ciudades pidiendo aumentos salariales y mejores condiciones laborales, según la Federación Alemana de Sindicatos, que representa a 5,6 millones de afiliados. La mayor economía de Europa lleva dos años en recesión, con contracciones del PIB en 2023 y 2024, y se prevé un estancamiento para 2025, en gran parte debido a los efectos de la guerra comercial.
En España, el día se centró en la demanda de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, un tema que se discutirá en el Congreso la próxima semana, con miles de personas manifestándose en varias ciudades. Los principales sindicatos de Italia se manifestaron en varios lugares del país, exigiendo al gobierno que adopte medidas para garantizar una mayor seguridad laboral. Denunciaron «una sangría» y «una matanza» en los lugares de trabajo, pues en 2024 se reportaron 1,090 muertos, un 5 por ciento más que el año anterior, con un promedio de casi tres muertes diarias según datos oficiales.
En Grecia, los sindicatos optaron por una huelga de 24 horas para exigir mejoras salariales y laborales, lo que interrumpió el transporte en ferrocarriles y barcos, justo en un período en que cientos de miles de turistas visitan el país. En Turquía, más de 400 personas que participaron en las celebraciones del Primero de Mayo fueron detenidas. En la emblemática plaza Taksim de Estambul, las autoridades desplegaron más de 50 mil policías para impedir cualquier manifestación. Con escasas excepciones, las concentraciones están prohibidas en esta extensa plaza, escenario de grandes luchas por la democracia desde las manifestaciones iniciadas en el cercano parque Gezi en 2013.
Las demandas laborales también se hicieron sentir en la ONU, donde cientos de trabajadores de varias agencias de Naciones Unidas se manifestaron en Ginebra ante la sede europea para protestar por los recortes de personal que están sufriendo muchas organizaciones internacionales, situación que se ha agravado tras la reducción de gran parte de la ayuda del principal contribuyente, el gobierno estadounidense.

