Magic Johnson: la leyenda que convirtió el VIH en su mayor victoria
En 1991, la NBA recibió una de las noticias más impactantes de su historia: Earvin «Magic» Johnson, estrella de Los Angeles Lakers y considerado uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos, anunció que era portador del VIH. En una época marcada por el miedo, la desinformación y los prejuicios sobre la enfermedad, muchos pensaron que ese sería su adiós definitivo al deporte.
Lejos de esconderse, Johnson enfrentó la situación con entereza. Regresó a las canchas en el All-Star Game de 1992, donde brilló y fue nombrado MVP, además de integrar ese mismo año al histórico Dream Team que arrasó en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Su lucha rompió estigmas y lo convirtió en uno de los principales referentes mundiales en la concientización sobre el VIH.
Tras su etapa como jugador, Magic se reinventó como empresario de éxito. Fundó Magic Johnson Enterprises, un conglomerado multimillonario, y se convirtió en copropietario de franquicias como Los Angeles Dodgers (MLB), LAFC (MLS) y Washington Commanders (NFL). Paralelamente, impulsó campañas de prevención a través de la Magic Johnson Foundation, enfocada en la educación y el apoyo a personas afectadas por el VIH/SIDA.
La conferencia de prensa en la que reveló su diagnóstico provocó un aumento significativo de las pruebas de VIH en Estados Unidos, especialmente entre hombres heterosexuales negros e hispanos en ciudades con equipos de la NBA. Su mensaje, claro y directo, dejó una huella profunda: la enfermedad no significaba el final, sino el inicio de una nueva etapa de lucha y superación.
Hoy, a sus 66 años, Magic Johnson sigue disfrutando de buena salud y es reconocido no solo como una leyenda del baloncesto, sino como un ícono de resiliencia que transformó un momento crítico en una victoria personal y colectiva.

