La reforma tributaria de Milei reabre la disputa por coparticipación con las provincias
Tras la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas y la nueva composición del Congreso que asumirá el 10 de diciembre, el Gobierno de Javier Milei se prepara para avanzar con una reforma tributaria integral. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el proyecto incluirá cambios en IVA, Ganancias e Ingresos Brutos, con el objetivo de simplificar el sistema y generar “competencia impositiva” entre provincias.
“Vamos a dividir el IVA entre Nación y provincias. La Nación cobraría el 9% del actual 21% y cada jurisdicción aplicará su propia alícuota”, explicó Caputo en una entrevista.
El funcionario aseguró que la medida busca bajar la presión impositiva y estimular la actividad económica, aunque especialistas advierten que podría tensionar la coparticipación y los ingresos provinciales.
Según el tributarista César Litvin, la propuesta “solo será viable si el IVA dividido se analiza junto con Ingresos Brutos y las tasas municipales de seguridad e higiene”, mientras que Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, señaló que la provincia de Buenos Aires sería la principal beneficiada por su volumen de consumo.
Ganancias y deducciones
Caputo también anticipó que la reforma incluirá una baja del Impuesto a las Ganancias para los individuos, aunque sin detallar plazos ni mecanismos. Expertos señalan que la única vía posible sería elevar las deducciones personales y familiares.
Con la última actualización, los asalariados solteros tributan desde $2.624.000 y los casados con dos hijos desde $3.464.000 mensuales. Litvin advirtió que muchas deducciones están desactualizadas, como las de servicio doméstico, alquileres y créditos hipotecarios, lo que limita el alivio fiscal.
El gobierno de Milei ya había revertido la reforma de Sergio Massa, que había creado un régimen cedular y eximía del impuesto a quienes ganaban menos de 15 salarios mínimos.
La negociación política
El éxito del plan depende ahora de las negociaciones con los gobernadores, lideradas por el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, con apoyo de Caputo. Sin embargo, el diálogo se complica: cuatro mandatarios opositores fueron excluidos de la primera reunión pos electoral en Casa Rosada, lo que generó malestar.
“Si la reforma altera la coparticipación o introduce el IVA dividido, deberá tratarse como ley-convenio y aprobarse también en las legislaturas provinciales”, explicó el abogado tributarista Diego Fraga.
Si solo se modifican parámetros nacionales —como el mínimo no imponible o las alícuotas— bastará una ley nacional de mayoría simple.
Ingresos Brutos y las cuentas provinciales
Aunque el Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) es provincial, Caputo propuso una baja progresiva del tributo, al que calificó como “el peor de todos”. Sin embargo, admitió que en muchas provincias representa hasta el 80% de los ingresos, lo que vuelve inviable una reducción inmediata sin un esquema de compensación federal.
El sector privado también reclama por los saldos a favor acumulados. Según un relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA), las provincias adeudan a las empresas unos $54.000 millones, con demoras de hasta un año en la devolución.
Un desafío económico y político
La reforma busca simplificar el esquema impositivo, pero enfrenta un doble desafío: mantener el equilibrio fiscal nacional sin desfinanciar a las provincias y lograr los consensos políticos que permitan su aprobación.
Mientras tanto, los gobernadores esperan ser convocados formalmente a la mesa de discusión.
El mensaje que circula en sus despachos es claro: sin participación provincial, no habrá reforma tributaria posible.
Fuente: Infobae

