La plata vuelve a ser noticia: no es oro, pero brilla

En un contexto donde los gobiernos continúan imprimiendo dinero sin restricciones y los déficits fiscales parecen ilimitados, los metales preciosos están ganando relevancia. Esta semana, la plata alcanzó niveles no vistos desde 2012.

¿Se apaga la demanda por el oro? Los bancos centrales han reducido sus compras en abril.

Con los gobiernos del mundo imprimiendo dinero sin medida y los déficits fiscales descontrolados, los metales preciosos están ganando protagonismo. La plata ha alcanzado recientemente un máximo en 13 años de $36 por onza, con un aumento superior al 23% en lo que va del año. Este movimiento sugiere que invertir en plata tiene mucho sentido.

Es importante recordar que el oro ya está en su nivel más alto histórico, mientras que la plata necesita casi un 40% más para alcanzar ese nivel.

Lo fascinante es que los fundamentos que respaldan este crecimiento son sólidos. Plata y oro son prácticamente inseparables: ambos son refugios de valor, responden a los mismos desequilibrios macroeconómicos y suelen moverse en la misma dirección en tiempos complicados. La plata tiende a seguir al oro, y esta correlación no es accidental.

He discutido previamente sobre las virtudes del oro: es un refugio contra la devaluación del dinero, el déficit fiscal, el aumento de impuestos y la inflación, lo que le otorga fuerza. Esto también se traslada a la plata.

Sin embargo, existe una diferencia: la plata está más relacionada con la economía real. No solo se guarda en bóvedas, sino que tiene aplicaciones en paneles solares, autos eléctricos, dispositivos médicos y tecnología, lo que la hace más volátil y sensible a los ciclos económicos, pero a su vez más explosiva.

Los metales han aumentado en los últimos meses porque el mercado percibe que el descontrol fiscal en EE.UU. no solo no se corregirá, sino que probablemente empeorará. Trump ha presentado su polémico “Big Beautiful Bill”, que implica recortes impositivos y un déficit proyectado de más de 2 billones de dólares en los próximos 10 años.

Además, se suma una lucha pública con Elon Musk y un Congreso cada vez más dividido, generando más incertidumbres. Esto se refleja en las gráficas: mientras las tasas de interés de los bonos suben, el dólar cae, rompiendo la tendencia histórica que señalaba que tasas más altas incrementaban la demanda del dólar.

Entonces, ¿qué está haciendo el mercado? Busca refugio en activos tangibles. Por eso, el oro y la plata han comenzado a atraer inversiones significativas. Si el dólar pierde su estatus de activo «seguro», los metales preciosos ganan atractivo.

¿Estamos ante una burbuja? En absoluto. La plata ha estado subiendo sobre fundamentos sólidos y aún no hay signos de euforia minorista, que son típicos de las burbujas. ¿Le queda recorrido? Sin duda, y mucho. Está comenzando a reaccionar después de años de estar rezagada frente al oro. Esto parece más una confirmación de tendencia que un pico.

¿Cómo invertir en plata? Si deseas aprovechar este movimiento, hay varias opciones:

• SLV (ETF de plata): Representa directamente el precio de la plata y ya se puede operar como CEDEAR en Argentina.
• SIL (ETF de mineras de plata): Más volátil, pero con mayor potencial; si la plata sube 10%, las acciones de las mineras pueden aumentar 30%. No se encuentra como CEDEAR, pero se puede adquirir a través de brokers internacionales como Interactive Brokers.
• Acciones individuales: En Argentina, la única opción es PAAS (Pan American Silver) como CEDEAR; en brokers internacionales hay muchas alternativas como AG (First Majestic Silver) y HL (Hecla Mining).

Ten en cuenta que las mineras no solo dependen del precio de la plata, sino también de sus costos operativos, deuda y otros factores. Sin embargo, si el precio del metal continúa aumentando, su desempeño también debería acompañar.

El entorno macroeconómico sigue siendo favorable para los metales, una tendencia que ha comenzado hace tiempo y poco indica que vaya a cambiar a corto plazo.

Nota: Este contenido no debe interpretarse como consejo de inversión o recomendación para comprar o vender un activo específico. Es solo para fines educativos y representa una opinión. Se recomienda consultar a un profesional antes de invertir.