La Libertad Avanza enfrenta internas y escándalos en elección clave en Buenos Aires
Este domingo 7 de septiembre, La Libertad Avanza (LLA) se someterá a una prueba electoral crucial en territorio bonaerense, en medio de un clima político tenso, marcado por acusaciones de corrupción, internas partidarias y un contexto económico inestable. El oficialismo buscará consolidar su poder en una provincia históricamente peronista, mientras enfrenta un complejo escenario interno.
En los últimos días, la difusión de audios que implicarían a Karina Milei en un presunto sistema de coimas vinculadas a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) desató un fuerte temblor dentro del espacio libertario. Aunque el presidente Javier Milei minimizó el impacto del escándalo —al punto de afirmar que “habló con Dios” y que el caso no afectará a su gobierno—, el tema se sumó a una feroz interna entre el sector alineado con Karina y el que responde al asesor Santiago Caputo.
En paralelo, el oficialismo pondrá en juego 13 bancas dentro de la alianza con el PRO: cinco son propias de LLA y ocho pertenecen al PRO, distribuidas en las secciones electorales más disputadas del conurbano e interior bonaerense. Los principales candidatos incluyen nombres como Maximiliano Bondarenko, Nahuel Sotelo, Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y Francisco Adorni, hermano del vocero presidencial.
La jornada electoral también estará atravesada por la preocupación oficial ante el posible ausentismo, fenómeno que ha favorecido al peronismo en elecciones anteriores. A esto se suma una economía aún sin signos claros de recuperación y una campaña libertaria que busca posicionarse como el fin definitivo del kirchnerismo en su bastión histórico.
Durante los cierres de campaña, Milei insistió en su objetivo de «clavar el último clavo en el cajón del kirchnerismo», aunque su discurso se ve tensionado por escándalos que afectan a su círculo íntimo.
Los comicios marcarán no solo una pulseada clave en el mapa legislativo, sino también una medición de fuerzas de cara a los dos años restantes de mandato.
