La inclusión de psicólogos en el mundo deportivo
En las últimas horas del sábado, la psicóloga deportiva Romina Bogado estaba en la vereda de sus vecinos junto a sus familiares. Pasó a su casa donde estaba Bautista, su hijo que aún no llegó al año de vida.
Sentada en la punta de una mesa de madera con lugar para 10 personas destaca a Renzo Cerretti (automovilista) y se muestra feliz por su nuevo trabajo en el básquet del Club Villa San Martín.
“En Buenos Aires todos los equipos cuentan con psicólogos deportivos”, asegura y explica que el entrenamiento de alto rendimiento es como una mesa donde “cada pata hay que trabajarla”.
¿Hay más aceptación hoy que hace unos años atrás cuando hablamos de la intervención de la psicología en el deporte?
Hay más aceptación que viene porque hay más conocimiento. Yo llevo 10 años trabajando y cuando me inicie muy poca gente tenía conocimiento de esta disciplina, salvo que sean deportistas que estuvieron en el exterior.
¿Sólo que estuvieron en el exterior o en Buenos Aires también?
En Buenos Aires todos los equipos, en los diferente deportes y niveles de trabajo, cuentan con psicólogos deportivos. En las grandes ciudades ya se utilizan y están dentro del cuerpo técnico. Acá estamos más alejados y llega todo más tarde.
¿De qué depende que los psicólogos deportivos estén trabajando en equipos chaqueños?
Muchas veces no hay convencimiento del trabajo y otras es por falta de presupuesto. Si desde la comisión o cuerpo técnico no lo creen necesario no se hace y, si falta dinero, por el primer lugar que recortan es por el de la psicología.
¿Varia tu trabajo en base a si el deporte es individual o grupal?
Cuando trabajamos en equipo, como por ejemplo básquet, hay un agregado fundamental que es la cohesión grupal -lograr que un grupo se transforme en equipo-. Para esto hay dos parámetros fundamentales: tiene que haber un objetivo en común y cada uno tiene que tener en claro su rol en el equipo.
¿Y si el deporte es individual?
Hay cosas generales y particulares. Dentro de las habilidades psicológicas tenemos: motivación, confianza, concentración, autoconfianza, manejo de las presiones…Todas estas habilidades la puede trabajar cualquier deportista, sea individual o de equipo, va a depender de cada uno cuanto haya desarrollado estas variables y cuanto le falta trabajar, o cuanto necesita para su deporte.
¿Qué es el bienestar bio-psico-social?
Es abordar a la persona de manera integral biológica (cuerpo), psicológica (emociones) y social (grupos). Trabajamos con el contexto deportivo: la familia, los árbitros, los compañeros, todo el grupo que rodea a un deportista.
¿Cuán importante es el contexto del deporte?
Hay jugadores metidos dentro de la cancha que no se distraen con el contexto, pero también hay otros que se prestan a discusiones, por ejemplo. Esto lo trabajamos con el objetivo de que el jugador este metido en el partido, pero depende mucho del deportista.
¿Cómo se trabaja el entorno del deportista?
Si desde lo personal influye en su rendimiento tratamos de hacerlo con él, pero también existe la posibilidad de hablar con su entorno dependiendo de su disponibilidad y si tiene ganas de participar
¿Es posible poner en porcentaje el nivel de influencia del psicólogo en el rendimiento del deportista?
En los deportes individuales se nota mucho, los triunfos y derrotas caen sobre una persona, en equipos esto se reparte. Científicamente podemos decir que si las personas no trabajan la parte psicológica le esta dando ventaja al rival. El entrenamiento de alto rendimiento es como una mesa, cada pata hay que trabajarla.
¿Cuáles son?
El físico, el técnico, el táctico y el psicológico. Cualquier parte que no se trabaje hace que la mesa no esté completa.
¿Un deportista con el que trabajes?
El automovilista Renzo Cerretti. Con él estoy trabajando actualmente, creció mucho y es muy maduro emocionalmente. La parte mental se entrena de la misma manera que la técnica y la física y él tiene mucha disciplina, practica y da siempre un poco más.
Entrevista por: Ignacio Barros

