Karina Milei consolida poder y acelera reformas clave
La conformación definitiva del Gabinete marcó una nueva etapa dentro del Gobierno nacional, con Karina Milei como figura central en la toma de decisiones y en la coordinación política interna. La hermana del Presidente fortaleció su rol tras la jura de los últimos funcionarios y quedó consolidada como una de las principales articuladoras del oficialismo.
En ese marco, dentro de la Casa Rosada se ordenaron acuerdos internos que meses atrás parecían impensados, con un clima de mayor coordinación entre los distintos sectores libertarios. La convivencia entre armadores políticos y asesores estratégicos permitió bajar tensiones y unificar criterios de cara a los desafíos legislativos que enfrenta la gestión.
Uno de los ejes centrales es la agenda parlamentaria, donde el oficialismo reconoce que la reforma laboral no será sancionada antes de fin de año, aunque apuesta a lograr dictamen o media sanción en las próximas semanas. El tratamiento en el Senado busca acortar tiempos y dar señales de gobernabilidad, pese a las advertencias de judicialización por parte de la oposición.
En paralelo, el Gobierno considera prioritario avanzar con el Presupuesto 2026 como prueba de fuego política, clave para sostener la relación con los gobernadores y cumplir compromisos fiscales asumidos ante el FMI. En ese camino, se intensificaron negociaciones bilaterales con las provincias, combinando diálogo político y asistencia financiera.
Desde el entorno presidencial sostienen que el objetivo es mostrar un Congreso alineado con el rumbo económico, bajo la premisa de que las reformas son necesarias para generar crecimiento y atraer inversiones. La estrategia combina pragmatismo político, disciplina fiscal y una conducción interna más ordenada, con Karina Milei como pieza central del esquema de poder.
