Juan Pablo Valdés asume hoy como gobernador de Corrientes
Corrientes ingresará este miércoles 10 de diciembre en una nueva etapa política e institucional con la asunción de Juan Pablo Valdés como gobernador y sucesor de su hermano, Gustavo, quien deja una marca notoria en la política provincial y se va con alto nivel de popularidad.
La ceremonia protocolar de traspaso comenzará a las 18 con la tradicional Asamblea Legislativa, en la que se verificará el quorum, se izarán los pabellones nacional y provincial, se aprobará el acta del 3 de diciembre y se dará lectura a la resolución formal que habilita el acto. Luego, llegará el punto central: el juramento del nuevo gobernador y del vicegobernador electo, Pedro Braillard Poccard.
Tras el mensaje protocolar, la comitiva se trasladará al patio interno de Casa de Gobierno donde se realizará el traspaso de atributos en un escenario preparado para la ocasión. Con ese gesto simbólico la entrega del bastón y la banda quedará formalmente inaugurada una administración que llega con la promesa de «continuidad con cambio», y con el anuncio de que el 11 de diciembre se conocerán los nombres del gabinete.
«El 11 se van a enterar quiénes son», repite JP Valdés ante cada consulta, reforzando la idea de hermetismo total en las últimas horas de la transición.
Austeridad
Si hay un concepto que sintetiza el perfil de gestión que pretende imprimir es la austeridad estratégica. El gobernador electo en agosto pasado lo viene expresando con claridad desde noviembre: «Podemos trabajar con menos estructura ministerial», dijo en aquel momento al confirmar que su equipo revisa la Ley de Ministerios, una reconfiguración que podría derivar en fusiones, reducciones o reordenamientos internos.
El mensaje es doble. Por un lado, una señal de eficiencia administrativa. Por otro, un reconocimiento del escenario que enfrentará en 2026: caída de recursos nacionales, desaceleración de la recaudación y exigencias para sostener el equilibrio fiscal. «Hoy uno debe ser mucho más cauteloso. Todavía no logramos una estabilidad en la recaudación», admitió.
En paralelo, adelantó que su gobierno mantendrá tres pilares: obra pública, agenda social y desarrollo productivo. La infraestructura seguirá siendo un motor, aunque con otra racionalidad: «Antes había para hacer diez obras; ahora haremos dos, cuatro, seis las que podamos», graficó hace poco.
Desafíos
La primera etapa de la nueva administración estará marcada por un desafío central: ordenar las finanzas en un contexto nacional recesivo sin frenar el movimiento de la economía provincial. Ese equilibrio obliga a priorizar. Por eso, el vínculo con intendentes también será clave: «No estamos holgados como antes. Hay que administrar. Son otros tiempos y otra administración», dijo el hasta esta semana jefe comunal de Ituzaingó.
Otro frente de atención para JP será la industria y el sector rural. En la reciente Fiesta Provincial del Búfalo, Valdés insistió en que la producción no puede detenerse. Destacó la necesidad de aumentar escala, industrializar y abrir mercados externos. Recordó incluso el reciente viaje de Gustavo Valdés a India, oportunidad para impulsar la carne bubalina: «Tenemos que trabajar todos los sectores con un rumbo claro».
También proyectó líneas de cooperación binacional con Paraguay, en especial sobre hidrovía y pesca sustentable, ámbitos que considera claves para la logística regional.
En el corto plazo, además, el gobernador entrante deberá definir dos temas sensibles del cierre de año: el bono navideño para empleados estatales y la organización de la Fiesta Nacional del Chamamé. Ambos anuncios llegarán después del 10. «La primera decisión es cumplir obligaciones: sueldos, aguinaldos y pluses», aclaró.
Herencia
El nuevo mandatario asumirá bajo la influencia directa del legado político de su hermano, Gustavo Valdés, quien deja ocho años de gobierno con fuerte impronta de obra pública, expansión de infraestructura urbana, digitalización y presencia territorial. «La gestión que deja Gustavo es transformadora», afirmó JP Valdés, y agregó: «El desafío es sostener esa vara y tratar de superarla».
Se entiende que esa continuidad no implica una réplica automática. El próximo gobernador deberá ajustar ritmo, escala y prioridades frente a un escenario nacional más restrictivo.
Fuente: Diario Época.
