Irán detuvo nuevamente a la Nobel de la Paz Narges Mohammadi
En un nuevo episodio de represión política en Irán, las fuerzas de seguridad detuvieron nuevamente a Narges Mohammadi, reconocida activista y Premio Nobel de la Paz 2023. El arresto se produjo en la ciudad de Mashhad durante un homenaje al abogado de derechos humanos Khosrow Alikordi, fallecido recientemente en condiciones que desataron fuertes sospechas dentro del ámbito jurídico.
Mohammadi, de 53 años, se encontraba en libertad provisoria por razones médicas desde fines del año pasado. Testigos del operativo aseguran que agentes de seguridad irrumpieron de manera violenta en la ceremonia y se llevaron a la activista junto con otros participantes. La organización que lleva su nombre calificó el hecho como “una grave violación a las libertades fundamentales”, reclamando su liberación inmediata.
El acto en el que participaba la Nobel estaba marcado por la tensión. Imágenes difundidas en redes sociales la muestran hablando ante la multitud sin el hiyab obligatorio, con la cabeza descubierta, un gesto desafiante frente a las normas impuestas por el régimen. En su intervención, Mohammadi pidió justicia por Alikordi e instó a los presentes a recordar a Majidreza Rahnavard, un manifestante ejecutado públicamente en 2022, símbolo de la brutalidad estatal.
La figura de Khosrow Alikordi, de 46 años, se volvió central en los últimos días. El abogado había sido hallado muerto en su oficina a comienzos de mes y, aunque las autoridades atribuyeron el deceso a un infarto, su entorno descarta esa versión. Más de 80 colegas firmaron una petición exigiendo una investigación transparente, subrayando que Alikordi venía sufriendo detenciones, amenazas y hostigamiento por su labor en defensa de presos políticos.
Hasta ahora, el gobierno iraní no ha emitido declaraciones oficiales sobre el nuevo paradero de Mohammadi ni sobre los cargos que enfrentaría. Su arresto se suma a una serie de medidas represivas contra activistas, periodistas y profesionales, en un momento particularmente delicado para Teherán: crisis económica por las sanciones internacionales, creciente temor a un conflicto abierto con Israel y una frágil estrategia para reactivar las negociaciones nucleares con Estados Unidos.
La detención de Mohammadi vuelve a encender alarmas en la comunidad internacional frente al deterioro de derechos y libertades en Irán, un país donde sostener una postura crítica puede significar, cada vez más, una condena silenciosa.
