Intervención oficial detuvo la suba del dólar, que rozaba los $1.300
A pesar de que el tipo de cambio ha aumentado más del 10% en el último mes, la inflación no parece haber reflejado este impacto hasta ahora en julio.
Mediante una intervención contundente en los mercados financieros, el Gobierno nacional logró detener la escalada del tipo de cambio, que había alcanzado los $ 1.300 en el segmento minorista el pasado lunes. A través de ventas masivas de contratos de dólar futuro, incremento de tasas de interés y absorción de pesos del mercado, la estrategia oficial buscó controlar la demanda de divisas y mantener las expectativas de desinflación. El Banco Central vendió más de USD 600 millones en contratos a futuro, lo que resultó en una caída superior al 1% en las cotizaciones para julio y agosto. Al mismo tiempo, el Tesoro llevó a cabo una licitación no programada y el BCRA ofreció pases pasivos para gestionar el exceso de liquidez en los bancos. Esta última acción implicó el regreso de pasivos remunerados al balance del Central, una herramienta que se había desactivado meses atrás.
Como parte de la ofensiva cambiaria, se duplicaron las tasas de interés para colocaciones en pesos, alcanzando casi el 39% anual. Las tasas a un día se situaron alrededor del 25% y las LECAP, que anteriormente estaban por debajo del 30% anual, volvieron a una tasa efectiva mensual de 2,8%.
Si bien estas medidas han sido efectivas a corto plazo, han avivado críticas sobre el verdadero alcance de la flotación cambiaria implementada en abril. Desde el equipo económico afirman que el dólar flota dentro de las bandas acordadas con el FMI y que el objetivo es evitar un traslado a precios que podría amenazar el proceso de desinflación. En lo que va del mes, el dólar ha acumulado una subida del 12%, pero los analistas coinciden en que ese movimiento aún no se ha trasladado a la inflación, que se proyecta por debajo del 2% mensual. Además, en los últimos 90 días, el tipo de cambio real ha registrado un ajuste cercano al 18%, mejorando la competitividad de los precios argentinos en el ámbito internacional. No obstante, el futuro se presenta más complejo. Las liquidaciones del sector agropecuario disminuirán drásticamente al finalizar los incentivos para las exportaciones, mientras que la demanda de dólares aumentará debido a un incremento en las importaciones y el efecto de las vacaciones de invierno. Las familias que viajen al extranjero o realicen pagos en dólares con tarjeta también generarán presión sobre el mercado.

