Inflación concentrada afecta a cooperativas agropecuarias, según Coninagro
La producción alimentaria cooperativa se ve afectada por una inflación impulsada por empresas oligopólicas o monopólicas, a pesar de que se ha observado una mejora en el poder adquisitivo.
Según la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), el informe mensual titulado “Del Sueldo al Plato: ¿Cuánto rinde el salario?” señala que, aunque el poder adquisitivo de los trabajadores aumentó un 12,8% interanual entre junio de 2024 y junio de 2025, los productores cooperativos han sufrido una notable pérdida de rentabilidad.
El informe apunta que varios alimentos esenciales han incrementado sus precios por debajo de la inflación en el último año, lo que ha afectado los márgenes de ganancia de los productores. Por ejemplo, la cebolla ha tenido un descenso del 71,4% en términos reales, el tomate un 56,2%, y otros productos como arroz, papa, yerba mate, azúcar y harina también han experimentado caídas significativas.
Asimismo, se han observado reducciones en el precio de productos como vino, manzana, naranja, arvejas y productos lácteos. Este desajuste crea dificultades para los productores, ya que sus costos han aumentado más que los precios de venta, dejándolos atrapados en la cadena comercial. Sectores concentrados de la economía pueden imponer márgenes que alteran el funcionamiento del mercado, afectando especialmente a los pequeños productores.
En cuanto a los salarios, el informe subraya que se registró un incremento interanual del 57,3% frente a una inflación del 39,4%. En junio de 2025, el salario promedio ascendió a $1.468.135, con una inflación mensual del 1,6% y un aumento del 2,8% en los ingresos. Desde marzo de 2024, la capacidad adquisitiva para alimentos básicos ha mejorado significativamente, permitiendo a los trabajadores adquirir mayor cantidad de productos esenciales.
A pesar de que en julio la inflación fue del 1,9% con una variación interanual del 36,6%, el sector alimentario aumentó menos que el IPC general, lo que evidencia que el salario rinde más en las compras. La inflación acumulada en el primer semestre de 2025 fue del 17,3%, marcando dieciséis meses de desaceleración.
Finalmente, Coninagro resalta que la mejora en el poder adquisitivo de los salarios, eventualmente, llevará a un aumento en la demanda de alimentos, lo que podría beneficiar a las economías regionales y a las cooperativas agropecuarias en el futuro.

