Histórico: ordenan juicio en ausencia por el atentado a la AMIA
Por primera vez en la historia judicial argentina, diez iraníes y libaneses acusados de planificar el atentado a la AMIA serán sometidos a juicio oral en ausencia, según resolvió este miércoles el juez federal Daniel Rafecas, a pedido de la Unidad Fiscal AMIA. Los acusados están prófugos desde 2006 y cuentan con alerta roja de Interpol y pedido de captura internacional.
La decisión aplica una herramienta aprobada recientemente por el Congreso, que permite juzgar a imputados por delitos graves aun cuando no se encuentren en el país. El juicio en ausencia se incorporó este año al Código Procesal Penal, impulsado por el gobierno de Javier Milei, y contempla delitos como terrorismo y crímenes de lesa humanidad.
Entre los acusados se encuentran exfuncionarios iraníes de alto rango y miembros de Hezbollah, como Alí Fallahijan, Alí Akbar Velayati, Mohsen Rezai, Ahmad Vahidi y Mohsen Rabbani, señalados como responsables de la planificación y ejecución del ataque que dejó 85 muertos y más de 150 heridos el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires.
Según la fiscalía, la operación se gestó en una reunión del régimen iraní en 1993, y fue ejecutada con ayuda de una red clandestina establecida en Argentina. La logística incluyó tareas de inteligencia, cobertura diplomática y coordinación desde la zona de la Triple Frontera.
Rafecas argumentó en su fallo de 148 páginas que el juicio en ausencia no vulnera garantías y es una herramienta para garantizar justicia a las víctimas. “Permite avanzar cuando los acusados evaden el proceso y evita que los crímenes queden impunes”, sostuvo. La resolución fue celebrada por el Gobierno nacional, mientras que algunas querellas y la defensa oficial se opusieron, señalando que aún hay pruebas pendientes.
Los acusados enfrentan cargos por homicidio doblemente agravado, lesiones gravísimas, daños y participación en una organización armada. La acusación considera a todos como coautores, partícipes necesarios o instigadores del atentado.
Aunque la causa aún puede ser apelada, si el fallo queda firme, se iniciará un juicio oral sin presencia física de los imputados. La ley permite que puedan presentarse en cualquier momento para solicitar un nuevo juicio.
