Sociedad 

Hallaron una Boa Curiyú de más de 3,5 metros en el barrio Zampa de Resistencia

Este lunes por la noche, vecinos del barrio Zampa de Resistencia, se encontraron con una gran sorpresa. Una Boa Curiyú de más de 3.5 metros.

Los especialistas de la Fundación Refugio Salvaje y agentes de la Fiscalización Ambiental dependiente de la Subsecretaría de Ambiente y Biodiversidad del Chaco, realizaron el rescate de un ejemplar de Boa Curiyú. “Todas las serpientes cumplen un rol fundamental en nuestro ecosistema”, señalaron desde la Fundación.

La enorme Boa apareció en cercanías de avenida Urquiza y donde se realiza el tratamiento de deshechos cloacales.

 

Cuidar la fauna entre todos
Desde la Fundación Refugio Salvaje piden a la comunidad que ante la aparición de ejemplares silvestres en zonas urbanas comunicarse con: WhatsApp: (0362) 476 6829 o (362) 406 8462 / Telegram: (0362) 476 6829 o (362) 406 8462 /

BOA CURIYÚ
Su nombre científico es Eunectes notaeus y pertenece a la Familia Boidae (Boas). El nombre común deriva de “Curú tijú”, que significa “espuma en la garganta”, y posiblemente se debe a la abundante saliva que se acumula en su boca cuando traga una presa.

HÁBITAT
El entorno natural ideal para la especie es en pantanos de agua dulce y ecosistemas húmedos, con abundante vegetación y de aguas quietas como las selvas tropicales.

DISTRIBUCIÓN
En Argentina habita principalmente el Noreste del país, en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero, aunque está principalmente asociada a la región del Chaco Húmedo u Oriental. En el resto de Sudamérica, podemos encontrarla en la región Sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y Este de Bolivia.

ALIMENTACIÓN
Se alimentan de manera regular y sus presas principales suelen ser peces, aves acuáticas, yacarés, carpinchos y coipos, así como otros mamíferos (como pecaríes y venados) y reptiles (como lagartos y tortugas). Al capturar a la presa, envuelven el cuerpo de la misma y la presionan, enroscándose en ella hasta asfixiarla (constricción).

COMPORTAMIENTO
A excepción de reunirse con motivos estrictamente reproductivos en épocas de apareamiento, el resto del tiempo, machos y hembras son solitarios. Prefieren invertir su tiempo en cazar o descansar.
Si bien no representan un peligro para el ser humano, los ejemplares de esta especie suelen tener un temperamento fuerte, pudiendo atacar sólo si se sienten amenazadas y en necesidad de defenderse.
Sus movimientos en tierra son bastante lentos, no así en el agua donde es muy ágil y desarrolla gran rapidez en sus movimientos.

RELACIÓN CON EL HUMANO
Al ser inofensiva para las personas y alta depredadora de roedores, ha sido tradicional, especialmente en fincas campestres, tener al menos una curiyú viva para combatir plagas de ratas y roedores “domésticos” similares.
Su piel se considera valiosa tanto por sus escamas y diseño como por su tamaño.

 

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