Gripe y virus respiratorios más agresivos: cuidados necesarios ante el frío extremo
La llegada temprana de las bajas temperaturas y el aumento anticipado de contagios han alterado el panorama respiratorio para el otoño-invierno en Argentina. Se ha reportado un incremento del 48% en las internaciones por influenza en comparación con 2024, lo que resalta la urgencia de intensificar las campañas de vacunación. Es fundamental saber cuándo es necesario consultar y cuáles son los síntomas que requieren atención urgente.
El Ministerio de Salud ha comunicado un aumento del 48% en las hospitalizaciones por influenza en 2025 frente al mismo periodo del año anterior, destacando un predominio del subtipo A H1N1.
Con la llegada anticipada del frío, la circulación de virus respiratorios ha aumentado de manera inusual en Argentina.
Según indican los expertos, la combinación de temperaturas bajas, largas temporadas en espacios cerrados y una cobertura vacunal insuficiente está creando un entorno favorable para enfermedades como la gripe, bronquiolitis, COVID-19 y otras infecciones respiratorias agudas.
La temporada de gripe ha comenzado antes de lo habitual, habiéndose registrado más de 285,000 casos de enfermedad tipo influenza, según el Boletín Epidemiológico Nacional.
Entre las semanas 1 y 19 de 2025, los datos oficiales muestran 285,800 casos de enfermedad tipo influenza, 41,940 casos de neumonía y 25,129 de bronquiolitis en niños menores de dos años. La influenza A H1N1 se ha detectado en el 30.6% de las muestras analizadas.
El virus sincicial respiratorio (VSR), principal causante de bronquiolitis, también ha mostrado un incremento desde la semana 12, aunque estos niveles siguen siendo bajos en comparación con el año anterior. Hasta la semana 20 se han reportado 1,163 internaciones por influenza, de las cuales 357 se produjeron en las últimas dos semanas; además, se han registrado 26 muertes asociadas al virus.
La bronquiolitis es la causa más común de internación pediátrica en invierno y afecta a niños menores de dos años, quienes pueden presentar síntomas que inician como un leve resfriado. Expertos del Hospital de Clínicas de Buenos Aires han señalado que las enfermedades respiratorias más frecuentes en esta temporada son la gripe, bronquitis, neumonía, rinitis, asma y COVID-19. La jefa de Neumonología del Hospital de Clínicas ha advertido que no solo el frío provoca enfermedades, sino también la exposición a gérmenes estacionales, enfatizando que las condiciones de baja humedad y ambientes cerrados facilitan la propagación.
La bronquiolitis representa la principal causa de internación pediátrica en el invierno en Argentina, con entre el 5 y 10% de los casos requiriendo hospitalización y algunos incluso cuidados intensivos. Desde 2024, se ha añadido al Calendario Nacional de Vacunación la inmunización contra el VSR para embarazadas entre las semanas 32 y 36 de gestación. En adultos mayores, las infecciones como la neumonía y las exacerbaciones de enfermedades respiratorias crónicas son una amenaza significativa, con un aumento de la mortalidad por neumonía a partir de los 55 años.
Es importante saber cuándo consultar y qué síntomas requieren atención médica. Desde el Hospital de Clínicas, se aclara que no todos los síntomas invernales justifican una visita inmediata a la guardia, especialmente si son leves. La fiebre persistente es un indicador clave para determinar si se necesita evaluación médica, con la recomendación de consultar si la fiebre dura más de 48 horas.
Los expertos hacen una distinción entre urgencias y emergencias, advirtiendo que no todos los síntomas invernales requieren atención urgente, ya que muchas consultas se deben más a la ansiedad que a una necesidad médica legítima.
La vacunación se reafirma como la herramienta más efectiva para la prevención de complicaciones graves, especialmente en personas mayores de 65 años, aquellos con enfermedades crónicas y embarazadas. Se enfatiza la importancia de la vacuna antigripal y se recomienda mantener los esquemas de vacunación contra el neumococo y el SARS-CoV-2 según la situación de riesgo individual.
Además de la vacunación, las medidas preventivas básicas son fundamentales:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
- Ventilación de los espacios, incluso en días fríos.
- Evitar compartir objetos personales.
- Usar el codo al toser o estornudar.
- Limpiar y desinfectar superficies de contacto común.
- Evitar el contacto cercano con personas con síntomas respiratorios.
- Restringir actividades sociales hasta 24 horas después de que desaparezca la fiebre, sin el uso de antitérmicos.
El invierno de 2025 presenta una intensa circulación viral, lo que genera una carga significativa sobre el sistema de salud. La vigilancia de los síntomas, la consulta médica rápida y el refuerzo de las estrategias de inmunización son elementos clave para reducir el impacto de los virus respiratorios durante los meses más fríos del año.

