G20 en Sudáfrica: Argentina se desmarca del acuerdo final y marca diferencias
Argentina volvió a marcar su alineamiento con Estados Unidos y rechazó el documento final de la Cumbre de Líderes del G20 realizada en Johannesburgo. La Cancillería explicó que la decisión responde al “quiebre de las reglas históricas del foro”, al aprobarse una declaración sin el consenso de todos los países, y por diferencias geopolíticas con el contenido del texto.
Según informó el Gobierno, preservar el consenso es esencial para sostener la legitimidad del G20, cuyo mandato principal es coordinar políticas globales para la estabilidad financiera y el crecimiento económico. Sin embargo, tras varios días de negociaciones, la delegación argentina lamentó que se diera por aprobado un documento sin la conformidad de todos los miembros, entre ellos la Argentina.
Otro punto de disidencia se relacionó con la visión plasmada sobre el conflicto en Medio Oriente. El comunicado oficial sostuvo que la declaración final adopta una mirada parcial, omite factores estructurales y no considera adecuadamente el contexto regional, lo que impide avanzar hacia un proceso de paz equilibrado y sostenible.
La postura argentina también se vio influida por el rechazo previo de Estados Unidos. El presidente Javier Milei decidió no asistir al encuentro para acompañar la decisión de Donald Trump, enviando en su lugar al canciller Pablo Quirno. Días antes, Washington había anticipado que no apoyaría el documento final, cuestionando las prioridades de la presidencia sudafricana del foro.
En paralelo, la Casa Blanca mantiene una postura crítica hacia los organismos multilaterales desde el regreso de Trump al poder, y había expresado su desacuerdo con Sudáfrica en torno a su rol en el escenario internacional. Finalmente, solo el embajador estadounidense en Pretoria asistió a la ceremonia de traspaso de la presidencia, que en 2026 recaerá en Florida.
El G20, creado en 1999, reúne a 19 países y dos bloques regionales —la Unión Europea y la Unión Africana— que representan la mayor parte del PBI y de la población mundial. Su funcionamiento se basa históricamente en el consenso, principio que este año quedó en el centro de la controversia.
Fuente: TN
