Fuerte suba del aceite de soja tras el cambio regulatorio en EE.UU.
El aceite de soja registró un fuerte incremento de precio en el mercado de Chicago, con una suba acumulada de más del 11% entre el viernes 13 y el lunes 16 de junio. El aumento respondió a una propuesta del gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, para ampliar el uso obligatorio de biocombustibles a partir de 2026, lo que impulsó la demanda de aceites vegetales.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), se buscará alcanzar una mezcla de 24.460 millones de galones de biocombustibles para 2027, con un aumento significativo del uso de biodiésel elaborado con aceite de soja, que pasará de 3.350 millones de galones en 2025 a 5.860 millones en 2027.
Uno de los puntos más controvertidos de la normativa es que los biocombustibles elaborados con insumos importados, como el aceite de soja argentino, recibirán solo la mitad de los créditos RINs respecto de los fabricados con materias primas estadounidenses. Esta medida busca favorecer la producción local y reducir las importaciones, afectando la competitividad de países exportadores.
En paralelo, el aumento del precio del petróleo —tras un nuevo conflicto en Medio Oriente— también favoreció a los biocombustibles, al hacerlos más competitivos frente a los combustibles fósiles. El crudo Brent subió 7,26%, y este efecto derramó sobre otros aceites vegetales, como el aceite de palma en Malasia, que también mostró alzas.
Para Argentina, segundo exportador mundial de aceite de soja, el panorama es mixto: el alza de precios puede ser una oportunidad si se refleja en el valor FOB local, pero la penalización a las importaciones en EE.UU. podría redirigir la demanda global hacia otros destinos. India, Bangladesh y Egipto son algunos de los compradores más importantes del producto argentino.
El mercado internacional ahora seguirá de cerca la evolución de los precios del aceite de soja frente a sus competidores, como el aceite de canola o de palma, para anticipar cómo se reconfigurarán las rutas comerciales. En este contexto, el complejo sojero argentino deberá estar atento a los cambios para aprovechar las posibles ventajas.

