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Exportaciones de carne: aumentan las ventas a EE.UU. mientras disminuyen los envíos a China


China sigue siendo el principal cliente, pero su participación relativa se redujo en el primer trimestre.
Cada mercado demanda diferentes tipos de carne, marcando claras diferencias comerciales (Revista Chacra).

El comercio exterior argentino en el sector de carne y cueros bovinos muestra indicios de reconfiguración. Mientras las exportaciones hacia China, tradicionalmente el principal destino, sufren una notable contracción, los envíos a Estados Unidos alcanzan niveles récord, consolidándose como un socio comercial clave. Así lo detalla un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que analiza los principales flujos y destinos del comercio de carne y sus derivados.

Durante el primer trimestre de 2025, según la BCR, Argentina exportó productos del complejo de carne y cueros bovinos por un total de 883 millones de dólares, una caída del 3,7% respecto al mismo período del año anterior. Sin embargo, esta cifra es 2,1% superior al promedio de los últimos cinco años, lo que atenúa el impacto de la baja y refleja cierta estabilidad en el sector en términos generales.

El hecho más destacado a principios de año es el crecimiento récord de los despachos hacia Estados Unidos, que alcanzaron los 100 millones de dólares, representando el 12% del total exportado por el complejo. Esto implica un aumento de más del 100% en comparación con el mismo periodo de 2024 y supone un récord histórico para un primer trimestre desde 2002.

Paralelamente, la demanda china experimentó una fuerte caída. Durante las últimas dos décadas, China se mantuvo como el principal destino de carne argentina. No obstante, en los primeros tres meses de 2025, las exportaciones hacia ese país disminuyeron un 30% interanual, debilitando su relevancia como cliente e impactando negativamente en el desempeño general del sector.

Estados Unidos fortalece su posición

La recuperación del mercado estadounidense para los exportadores argentinos ha sido lenta pero sostenida. Desde 2019, cuando Argentina volvió a ingresar al mercado de carne bovina norteamericano tras 17 años de restricciones sanitarias, las cifras muestran una tendencia ascendente. Ese año, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reconoció nuevamente los estándares sanitarios locales, reabriendo las puertas al comercio entre ambos países.

En 2019, las exportaciones a EE.UU. sumaban apenas 46 millones de dólares; para 2024 alcanzaron los 262 millones, estableciendo un máximo en 18 años. Esto consolidó a Estados Unidos como el tercer destino más importante para la carne y cueros bovinos argentinos, con un 7,5% del total exportado.

En la actualidad, Argentina cuenta con una cuota anual de 20.000 toneladas de cortes vacunos sin hueso (frescos y congelados) que ingresan al mercado estadounidense con un arancel preferencial de 40 dólares por tonelada, una cifra mínima si se compara con el valor promedio de exportación. Sin embargo, fuera de esa cuota preferencial, el arancel asciende al 26,4%, lo que subraya la necesidad de conservar e incluso ampliar esta ventaja comercial. De no hacerlo, según la BCR, se arriesgan pérdidas anuales cercanas a los 260 millones de dólares.

El aporte chino decae

Por otro lado, China da señales de enfriamiento como socio comercial. Si bien sigue siendo el principal comprador en términos de volumen más que de valor económico, su participación en las exportaciones totales ha ido disminuyendo. En 2024 representó el 49,1% del total exportado; todavía significativo pero lejos del 60% que alcanzó en años anteriores.

El auge chino fue sorprendente: en 2014 apenas representaba menos del 10% del valor exportado del sector. La eliminación en Argentina de restricciones a la exportación sumada a la alta demanda del gigante asiático impulsaron un boom que multiplicó por siete los envíos hacia ese país en apenas una década. Actualmente, más del 75% de la carne bovina congelada que exporta Argentina tiene como destino China.

Sin embargo, esta expansión parece haberse desacelerado significativamente. La caída interanual del 30% en el primer trimestre de 2025 evidencia que este ciclo expansivo podría haber llegado a su límite. Posibles factores influyentes incluyen cambios en las políticas comerciales o sanitarias chinas, una menor demanda interna o un reordenamiento en la cadena global de abastecimiento. Aunque la BCR evita señalar causas específicas, resalta la importancia de diversificar mercados para evitar depender excesivamente de un único destino comercial estratégico.

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