Sociedad 

Empresas y choferes del Chaco negocian salida temporal a la crisis del transporte

La situación del transporte público de pasajeros en la región metropolitana del Chaco podría experimentar un alivio temporal esta semana. Las negociaciones entre el sindicato de choferes y las empresas TCM y ERSA Urbano están progresando con el objetivo de lograr un entendimiento que permita mantener los puestos de trabajo y garantizar la continuidad del servicio sin interrupciones.

Hoy se tenía programada una reunión en la Dirección de Trabajo, como parte del procedimiento preventivo de crisis que las empresas habían solicitado semanas atrás. No obstante, las partes están considerando la posibilidad de posponer esta reunión con la meta de llegar a un acuerdo antes del viernes. Desde el sindicato, se enfatiza la urgencia de evitar la suspensión de empleados y la reducción de salarios al 50%, como inicialmente habían sugerido los empresarios.

Durante las rondas de negociaciones anteriores, las empresas señalaron que el principal desafío que enfrentan es el costo salarial, que representa una creciente proporción de sus ingresos. El sindicato se mostró firme al rechazar la opción de suspensiones. En su lugar, propusieron que contadores de ambas partes analizasen los números para crear una solución que resguarde los empleos y la operatividad del sistema.

La propuesta en la que están avanzando consiste en mantener durante tres meses la escala salarial vigente desde enero, complementada con un porcentaje de los salarios como suma no remunerativa. Argumentan que este método no afectaría el ingreso de los trabajadores y permitiría a las empresas aliviar la carga de las contribuciones patronales, generando un alivio financiero temporal.

Desde la dirección del sindicato se reitera que están en juego aproximadamente 5.000 puestos de trabajo, por lo que cualquier concesión se considera con el propósito de proteger todas las fuentes laborales. Se espera que un acuerdo que se gestione fuera de la mesa formal de trabajo, y que se alcance entre lunes y martes, sea presentado posteriormente en la Dirección, con la intención de anular el procedimiento de crisis.

Este potencial pacto incluiría tres meses de estabilidad, sin suspensiones ni despidos, permitiendo que las unidades circulen normalmente y evitando la convocatoria de medidas de fuerza. Al término de este período, las partes reevaluarían la situación para decidir si el esquema temporal puede continuar o si es necesario reanudar las negociaciones.

El plan trazado por los negociadores contempla formalizar el acuerdo a nivel administrativo y presentarlo ante la autoridad laboral como un hecho consumado. De esta manera, se cerraría el procedimiento de crisis y se abriría un período de observación hasta octubre, momento en el cual se determinará si la actividad puede estabilizarse o si la conflictividad volverá a intensificarse.

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