El Senado de EE.UU. busca destrabar el cierre del Gobierno
El Senado de Estados Unidos se reunió este domingo en una sesión de emergencia para intentar poner fin al cierre parcial del Gobierno federal, que ya lleva 40 días y es el más prolongado en años. La medida ha generado un fuerte impacto económico y social, con cancelaciones de vuelos, dificultades en la entrega de ayuda alimentaria y crecientes tensiones políticas por los fondos destinados a salud.
El líder de la mayoría republicana, John Thune, anunció que la cámara “permanecerá en sesión hasta que el gobierno vuelva a funcionar”. El objetivo es aprobar un paquete de tres leyes de asignaciones presupuestarias que permitan la reapertura del Estado federal. “Nos mantendremos en sesión hasta que encontremos un acuerdo”, aseguró Thune al ingresar al Capitolio.
La estrategia apunta a combinar una resolución de financiamiento temporal con el llamado “minibus”, un conjunto de leyes presupuestarias de largo plazo. Sin embargo, el proyecto ya fracasó en 14 votaciones anteriores por no alcanzar los 60 votos necesarios. Pese a ello, los republicanos confían en que el nuevo texto podría destrabar la parálisis.
El economista Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, advirtió que el cierre podría costarle al país hasta el 1,5% del PIB si se prolonga. Además, señaló que las consecuencias se sienten en sectores clave: los controladores aéreos están trabajando con personal reducido y la asistencia alimentaria enfrenta demoras críticas.
El origen del conflicto es la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos sobre la financiación del sistema sanitario. El presidente Donald Trump volvió a cargar contra el programa Obamacare, al que calificó de “estafa que enriquece a las aseguradoras a costa del pueblo”. En su red Truth Social, propuso redirigir los fondos a cuentas de ahorro médico individuales.
Mientras tanto, los demócratas ofrecieron reabrir el Gobierno a cambio de extender los créditos fiscales para la atención médica, pero la propuesta fue rechazada. La sesión dominical continuará abierta de manera indefinida mientras ambos partidos intentan alcanzar un consenso que ponga fin a la crisis.

