El Parlamento Europeo impulsa una prohibición de redes sociales para menores de 16 años
El Parlamento Europeo dio un paso significativo en el debate sobre el impacto de las plataformas digitales en la salud mental infantil. Con una amplia mayoría, los eurodiputados aprobaron una resolución que insta a la Unión Europea a establecer una prohibición de acceso a redes sociales y servicios digitales para menores de 16 años sin consentimiento parental.
La iniciativa —que aún no tiene carácter vinculante— llega en un momento en que la UE se prepara para adoptar lo que podría convertirse en la primera regulación global que limite el uso de redes sociales por parte de adolescentes. Países fuera del bloque, como Malasia, ya evalúan medidas similares.
Amplio apoyo parlamentario
La resolución fue aprobada con 483 votos a favor, 92 en contra y 86 abstenciones, reflejando la creciente preocupación en la Eurocámara por los efectos que la exposición constante a entornos digitales puede tener sobre el desarrollo emocional y psicológico de los menores.
El texto propone que los menores de 16 años solo puedan acceder a redes sociales, plataformas de video y herramientas basadas en inteligencia artificial con la autorización de sus padres. Además, pide una prohibición total para los menores de 13 años.
«Un experimento sin supervisión»
Durante el debate, la eurodiputada danesa Christel Schaldemose, principal impulsora del documento, advirtió que la infancia europea está inmersa en un “experimento” dirigido, en gran medida, por grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos y China.
“Estamos en medio de un experimento en el que los gigantes tecnológicos estadounidenses y chinos tienen acceso ilimitado a la atención de nuestros niños y jóvenes durante horas todos los días, casi sin supervisión”, afirmó. Schaldemose señaló directamente a ejecutivos como Elon Musk (X) y Mark Zuckerberg (Meta), así como al Partido Comunista de China, al que vinculó con la influencia de TikTok en los jóvenes europeos.
Aunque la resolución no obliga legalmente a la Comisión Europea a legislar en este sentido, sí aumenta la presión política para que Bruselas actúe frente a los desafíos que plantean las plataformas digitales. Organizaciones de padres, expertos en salud mental y grupos defensores de los derechos digitales observan con atención cómo evolucionará el debate en los próximos meses.

