Destacados 

El Papa León XIV solicitó una pausa mundial para la Navidad y rogó por la paz

El papa León XIV ofreció la bendición Urbe et Orbi (“a la ciudad y al mundo”, en latín) este jueves 25 de diciembre. Después de celebrar la misa de Navidad en la basílica de San Pedro, un acto que no se llevaba a cabo desde el papado de San Juan Pablo II, el sumo pontífice se dirigió a los fieles desde el balcón principal de la basílica vaticana.

En su mensaje, el Papa abordó los conflictos más relevantes que enfrenta el mundo y exhortó a “renovar el compromiso común para ayudar a quienes sufren”. Reiteró que “no debemos dejar que la indiferencia nos venza ante el sufrimiento” ante aproximadamente 26 mil asistentes en la plaza de San Pedro.

También solicitó que Ucrania y Rusia encuentren “el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa” durante su bendición navideña en el Vaticano.

“Oremos de manera especial por el pueblo ucraniano en apuros, para que cese el estruendo de las armas y las partes involucradas, con el respaldo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa”, afirmó.

Clamor por la paz León XIV presidió su primera misa de Nochebuena anoche, recordando a Benedicto XIV y al Papa Francisco al señalar que en la Tierra “no hay lugar para Dios si no hay lugar para el hombre” y proclamando que debemos “llevar esperanza donde ha desaparecido”. “No acoger a uno es rechazar al otro. Pero donde hay espacio para el ser humano, hay espacio para Dios”, expresó el pontífice, invitando a los fieles a reconocer la “sabiduría” de la Navidad y a contemplar el nacimiento de Jesús como la luz que ahuyenta las tinieblas del mundo y de la historia humana. Durante la liturgia, el Papa reflexionó sobre cómo, a lo largo de los siglos, los pueblos han mirado al cielo en busca de respuestas, pero subrayó que, en esta Noche Santa, “el pueblo que caminaba en la oscuridad ha visto una gran luz: sobre aquellos que habitaban en el país de la sombra ha brillado una luz”. “He aquí la estrella que asombra al mundo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor”, afirmó.

Al finalizar su homilía, el Pontífice conectó la Navidad con el camino reciente de la Iglesia, recordando las palabras de su predecesor, el Papa Francisco, sobre “la esperanza que no defrauda”. “Hace un año, el Papa Francisco dijo que el nacimiento de Jesús reaviva en nosotros el don y la misión de llevar esperanza a donde se ha perdido, porque con Él florece la alegría, con Él la vida se transforma, con Él la esperanza no decepciona. Con estas palabras, comenzó el año santo”, resaltó. Además, denunció que una economía “distorsionada” lleva a tratar a las personas como bienes. “Dios se hace similar a nosotros, revelando la dignidad infinita de cada ser humano”, declaró.

La misa del gallo incluyó la tradicional procesión del Papa hasta el altar mayor y la solemne adoración del Niño Jesús.

Noticias que puede interesarte

Dejar un comentario

3 × 4 =