El Papa León XIV hace un llamado a la paz global y ofrece su mediación
En su mensaje, instó a “callar las armas” y a poner fin a conflictos graves como la guerra en Ucrania, las crisis en Siria y Gaza, la violencia en Etiopía y las tensiones en el Cáucaso. Continuando el enfoque pacifista de su predecesor Francisco, León XIV marcó un nuevo rumbo al comprometerse explícitamente con la mediación del Vaticano.
En su discurso ante representantes de las Iglesias orientales, León XIV hizo una apelación directa y apasionada, citando los conflictos mencionados: “¡Reunámonos, hablemos, negociemos!”. Desde el aula Pablo VI del Vaticano, dirigió su mensaje a miles de fieles de países afectados por la guerra, reafirmando el compromiso de la Santa Sede con la paz.
Con el solideo blanco y una estola dorada, el Papa declaró: “La Santa Sede está siempre lista para facilitar el acercamiento entre enemigos, de modo que los pueblos puedan recuperar la esperanza y la dignidad que merecen, la dignidad de la paz”. León XIV expresó su voluntad de mediar personalmente, subrayando que “la guerra nunca es inevitable” y que “los pacificadores son quienes hacen la historia”.
Su discurso también destacó la valentía de los cristianos que permanecen en zonas en conflicto, especialmente en Medio Oriente, insistiendo en la necesidad de proteger sus derechos a vivir en su tierra. Su mensaje fue claro: el mundo debe retomar el diálogo antes de que los misiles hablen, y la Santa Sede se presenta como facilitador neutral en este proceso.
La mediación del Vaticano tiene antecedentes significativos; un caso emblemático fue la crisis del Canal del Beagle en 1978 entre Chile y Argentina, en donde Juan Pablo II medió con éxito. En épocas recientes, el Vaticano ha intentado influir en resoluciones pacíficas, como el Papa Francisco, quien mostró su disposición a mediar en el conflicto de Ucrania. Estas acciones reflejan la tradición diplomática del Vaticano, que, a pesar de su limitado poder temporal, ejerce influencia moral y actúa como un puente neutral.
León XIV, el primer Papa nacido en Estados Unidos, asumió el pontificado con un enfoque en la reforma y la participación laical, así como en la atención a los pobres y los derechos humanos. Su elección mantiene el legado de León XIII, un pionero en la doctrina social católica. En su primer mensaje público, se mostró cercano y accesible a la comunidad católica global, continuando el enfoque abierto de Francisco.
Aunque León XIV hereda el legado pacifista de Francisco, introduce matices propios al ofrecer un enfoque más activo de mediación. Mientras Francisco abogaba por la paz desde una perspectiva moral, León XIV se compromete a utilizar la acción diplomática de la Santa Sede como un recurso tangible para lograr la paz.
León XIV se ha comprometido a mediar entre partes en conflicto, destacando la importancia del diálogo en la resolución de disputas, lo que otorga a su pontificado un dinamismo dirigido a la acción concreta por la paz en un mundo repleto de conflictos.
En su llamado a la paz, el Papa mencionó varios conflictos críticos que aquejan al mundo, incluyendo la guerra en Ucrania, la crisis en Siria, el conflicto en Gaza, la situación en Etiopía y las tensiones en el Cáucaso. En cada uno de estos contextos, León XIV ha urgido a la comunidad internacional a buscar soluciones pacíficas y a brindar la ayuda humanitaria necesaria.
