El Grupo México quiere operar el Belgrano Cargas y ofrece US$ 3.000 millones
El Gobierno nacional acelera los preparativos para concretar la privatización del sistema ferroviario de cargas antes de fin de año, en un intento por atraer inversiones extranjeras, mejorar la infraestructura y reducir el déficit del sector. El plan abarca las líneas Belgrano, San Martín y Urquiza, actualmente administradas por el Estado, y prevé un régimen de concesiones a 50 años bajo control estatal.
Entre los grupos interesados, sobresale el Grupo México Transportes (GMXT), la principal operadora ferroviaria de México y una de las más grandes de América Latina. La empresa, dirigida por el empresario Germán Larrea, presentó una propuesta para hacerse cargo de la operación de las principales líneas de carga del país, y anunció su disposición a invertir 3.000 millones de dólares si se concreta la adjudicación.
El plan del Ejecutivo apunta a captar, en una primera etapa, al menos 900 millones de dólares destinados a la renovación de vías, compra de material rodante y modernización de talleres. Según fuentes oficiales, la participación privada busca incrementar la eficiencia logística, bajar costos de transporte y fortalecer la competitividad de las economías regionales, especialmente en el norte y centro del país.
Actualmente, la red ferroviaria nacional cuenta con 7.728 kilómetros operativos y otros 7.945 kilómetros inactivos. En cuanto al volumen de carga, el San Martín transporta unas 4,1 millones de toneladas al año, el Belgrano unas 2,7 millones y el Urquiza cerca de 480 mil toneladas. Con inversiones sostenidas, el Gobierno estima que la capacidad podría duplicarse en menos de diez años.
La llegada de GMXT implicaría un cambio estructural en el transporte de cargas argentino, marcando un regreso al modelo de concesiones de largo plazo similar al de los años noventa, aunque con mayor fiscalización estatal y metas de inversión obligatorias.
El proyecto también busca reducir la dependencia del transporte por camión, considerado más costoso y menos sustentable, potenciando la integración ferroviaria con los puertos y corredores bioceánicos que conectan al país con Brasil, Chile y Paraguay.
De concretarse, esta privatización representaría una de las mayores inversiones extranjeras en infraestructura logística de los últimos años y un nuevo capítulo en la historia del sistema ferroviario argentino, que busca recuperar protagonismo como eje del desarrollo productivo nacional.

