El Gobierno frena el Consejo de Mayo por temor a filtraciones
El Gobierno decidió postergar las reuniones del Consejo de Mayo hasta los primeros días de diciembre, molesto por la difusión de borradores internos vinculados a las próximas reformas. La suspensión implica detener tanto los encuentros mensuales del cuerpo multisectorial como las reuniones semanales entre equipos técnicos, que venían discutiendo los cambios laborales y educativos.
Desde la Casa Rosada señalaron que se busca mantener las conversaciones en “estricta confidencialidad” para evitar que trascendidos afecten la presentación de los proyectos en el Congreso. En las últimas semanas circularon versiones sobre supuestas medidas en la reforma laboral, algunas impulsadas por sectores empresarios y otras directamente descartadas por el Ejecutivo. También se filtraron detalles de una reforma educativa en preparación, con alrededor de 136 artículos.
El Consejo de Mayo quedó bajo la presidencia de Manuel Adorni, quien reemplazó al ex jefe de Gabinete Guillermo Francos. Lo integran Federico Sturzenegger por el Ejecutivo, Alfredo Cornejo por las provincias, Carolina Losada por el Senado, Cristian Ritondo por Diputados, Gerardo Martínez por los sindicatos y Martín Rappallini por el empresariado. Aunque se especuló con una reunión el 27 de noviembre, el encuentro fue aplazado.
En el Gobierno admiten que la filtración de propuestas generó tensiones internas, mientras algunos consejeros deslizan que las versiones podrían haber sido difundidas desde el propio oficialismo. Desde Capital Humano, en cambio, atribuyen las filtraciones a sectores externos como la CGT o la UIA. Un ejemplo fueron los rumores sobre un tope de diez indemnizaciones, iniciativa que —según el Ejecutivo— provino de cámaras empresariales y fue rechazada de inmediato.
Pese al hermetismo, fuentes oficiales aseguran que los borradores de la reforma laboral y educativa están prácticamente cerrados, aunque podrían sufrir modificaciones en el debate legislativo. La estrategia oficial será no confirmar ninguno de los puntos trascendidos para evitar presiones previas a la presentación formal del proyecto.

