El Gobierno enfrenta presión opositora y busca estabilizar el tipo de cambio
Javier Milei busca retomar el control del Congreso para frenar proyectos de la oposición y tranquilizar a los mercados.
La Libertad Avanza tiene un momento crucial por delante cuando los bloques opositores intenten activar iniciativas que podrían alterar el equilibrio fiscal. En La Casa Rosada están preocupados por el posible impacto que un revés legislativo podría tener en el tipo de cambio.
El presidente Javier Milei inicia la semana con dos desafíos diferentes, pero ambos dependen de la confianza que logre generar.
Para conseguir apoyo en los vetos y recuperar control del Congreso, el Gobierno deberá demostrar su capacidad de negociación con los gobernadores. Hoy se publicaron en el Boletín Oficial los vetos a tres leyes aprobadas con amplias mayorías: aumento de jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad.
Milei ha expuesto en casi treinta páginas los motivos que sustentan esos vetos, enfocados en mantener el equilibrio fiscal y transmitir un mensaje claro a los mercados en un contexto de tensión cambiaria. Esta no es la primera vez que se toma una decisión de este tipo; Cristina Kirchner había vetado previamente una ley que establecía el 82% para las jubilaciones.
El Ejecutivo argumentó en el Decreto 534/2025 que las leyes rechazadas implicaban un gasto adicional de más de $7 billones para este año y cerca de $17 billones para el próximo, sin fuentes de financiamiento adecuadas ni cálculos actuariales que garantizan su viabilidad. Además, la implementación de estas leyes comprometía el equilibrio fiscal y amenazaba la estabilidad del sistema previsional.
Con el veto, Milei busca demostrar autoridad y que no cederá ante las presiones de la oposición. Sin embargo, lo más crucial no es esta decisión, sino su capacidad para resistir los embates opositores en el Congreso. Con el tiempo, la oposición intentará reintroducir estas leyes y Milei necesitará llegar a un acuerdo con los gobernadores para asegurar los apoyos.
En medio de este panorama, el Gobierno también enfrenta el reto del dólar, cuyo precio cerrado el viernes fue de $1375, un 14% más alto que a principios del mes anterior. Esta alza se produjo justo antes del cierre del mes, en un contexto donde los analistas estiman que la inflación de julio será de aproximadamente el 2%. El desafío se presenta especialmente en agosto, ya que se debe observar cómo impacta este aumento en los precios de los supermercados y en el costo de los combustibles. El Gobierno confía en evitar el traslado de la suba del dólar a los precios, aunque históricamente esto ocurre, aunque sea de forma parcial. Además, intentará que los supermercados no acepten las nuevas listas de precios, lo cual probará su capacidad de gestión en este contexto económico.
Fuente: TN

