El Gobierno amplió el presupuesto para la SIDE en más de $26 mil millones
El Gobierno nacional reforzó el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) con una ampliación de $26.117.900.000, oficializada a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial. La medida generó un fuerte impacto político porque se produce en un contexto de recortes en distintas áreas, disputas internas dentro de la cúpula del organismo y cuestionamientos a la transparencia de algunos gastos incluidos en la nueva asignación.
De acuerdo a fuentes del Poder Ejecutivo, casi $20 mil millones del total serán destinados al pago de sueldos, ya que la SIDE se había quedado sin fondos en el último tramo del año debido a que el Estado continúa operando bajo el presupuesto prorrogado de 2024, sin aprobación parlamentaria de nuevas partidas desde 2022.
Desde la Casa Rosada insistieron en que la ampliación no configura un incremento de recursos por decisión política, sino una medida administrativa necesaria para que el organismo pueda finalizar su funcionamiento anual: “No es un aumento técnicamente: el presupuesto prorrogado alcanzó hasta ahora y hubo que ampliarlo”, explicaron.
La publicación del DNU desató un intenso debate público. En especial, luego de que el exdiputado peronista Alejandro “Topo” Rodríguez cuestionara en X (ex Twitter) la presencia de algunos ítems que calificó como “gastos llamativos”. Entre ellos, citó:
- $350 millones destinados a cubiertas,
- $300 millones para prendas de vestir,
- $40 millones en utensilios de cocina y comedor.
Sus publicaciones generaron viralización rápida y reinstalaron el eterno debate sobre los gastos reservados, la transparencia en el uso de fondos y el funcionamiento administrativo de la inteligencia estatal.
Presupuesto SIDE
Aunque esos rubros se leen de manera literal en el documento oficial, fuentes de la SIDE señalaron que representan categorías administrativas genéricas, utilizadas por el sistema de gestión pública y que no equivalen necesariamente a lo mencionado.
Una fuente con acceso directo a los procesos internos explicó que dentro de la SIDE —como en otros organismos— se utilizan nomencladores estandarizados para agrupar las compras por rubros amplios: “En ‘utensilios de cocina’ se pueden registrar hornos, equipamiento industrial o maquinaria para bases operativas del interior, no solo platos o cubiertos”, detalló.
Lo mismo ocurre con las “cubiertas”, donde se incluye un universo de gastos de mantenimiento vinculados a la flota de vehículos del organismo, que desde hace años requiere renovaciones por el volumen de operaciones que cubre en todo el país.
Pese a estas explicaciones, la polémica continuó debido a la sensibilidad que genera históricamente la SIDE: su estructura, sus fondos reservados y la dificultad para auditar públicamente su funcionamiento.
Por qué la SIDE se quedó sin presupuesto en 2024
La ampliación tomó mayor relevancia porque se da en un año en el que otros organismos también enfrentaron recortes o retrasos. La Casa Rosada sostuvo que la SIDE es “uno de los tantos organismos que se quedó sin fondos”, consecuencia de la prórroga del Presupuesto 2024, que ya venía ajustado y cuya ejecución se estiró por más de un año debido a la falta de aprobación legislativa de un esquema nuevo.
Según funcionarios del Ejecutivo, el principal problema era la imposibilidad de cubrir los pagos salariales de las últimas semanas del año. Desde la SIDE describen que el organismo tiene una estructura de personal amplia, con agentes distribuidos en bases de todo el país, lo cual representa la “mayor carga presupuestaria”.
De esta forma, aseguran que la ampliación no responde a refuerzos operativos extraordinarios, sino a garantizar el funcionamiento mínimo hasta fin de año.
Tensiones en la cúpula: conflictos, viajes investigados y un clima interno complejo
La SIDE atraviesa un período de fuerte exposición mediática. Además de la polémica por el refuerzo presupuestario, el organismo viene lidiando con disputas internas y episodios que alimentaron sospechas sobre su manejo administrativo y disciplinario.
Desde junio de 2024, la SIDE está bajo la órbita de Sergio Neiffert, quien asumió tras la salida de Silvestre Sívori. Su liderazgo quedó en el centro de la escena cuando se conoció una fuerte discusión doméstica con su subsecretario, José Lago Rodríguez, un episodio que escaló puertas adentro y terminó filtrándose a los medios.
Aunque la Rosada intentó minimizar el conflicto, el episodio se volvió un símbolo del clima interno que atraviesa el organismo.
En paralelo, Lago Rodríguez enfrenta una investigación de la División de Asuntos Internos (DAI) debido a un viaje a Azerbaiyán realizado en septiembre, junto con el director del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), Alejandro Colombo.
Información publicada por el sitio Sección País indica que ambos funcionarios habrían viajado con fondos reservados, justificándolo como una participación en un foro internacional. Sin embargo, la sospecha es que el objetivo real habría sido asistir como espectadores a una carrera de Fórmula 1 en la que compitió el piloto argentino Franco Colapinto.
Hasta el momento, ni la SIDE ni sus directivos realizaron declaraciones oficiales, y la investigación interna continúa su curso.
Un organismo estratégico en el centro del debate
La ampliación presupuestaria, las tensiones dentro de la cúpula y las dudas sobre algunos gastos reactivaron un debate permanente en el sistema político argentino: cómo funciona la inteligencia estatal, quién controla sus recursos y bajo qué criterios se asegura su transparencia sin afectar la seguridad nacional.
En un año marcado por restricciones fiscales y disputas institucionales, el refuerzo de más de $26 mil millones para la SIDE reubicó al organismo en el centro de la atención pública y parlamentaria, mientras continúa atravesando un complejo escenario interno.

