El CONICET advierte las posibles consecuencias que podrían traer las deforestaciones en el Chaco
Según Elena Abraham, investigadora del CONICET, las quemas intencionales en la selva Amazónica podrán traer graves consecuencias en nuestro país, pero principalmente a la región chaqueña.
A través de un comunicado en la página oficial de CONICET, la coordinadora científica expresó los beneficios naturales de las selvas y la necesidad de los recursos biológicos que tenemos como personas para nuestro bienestar en el planeta, dejando en claro posteriormente, el enorme caos que traería desequilibrar este sistema. Según lo definió Elena, “la pérdida por la quema es un verdadero ecocidio” refiriéndose a los resultados negativos de los incendios, posicionando al calentamiento global como el más grave de ellos.
Sin embargo, remarca a ésta como una de las tantas e incontables consecuencias a corto y mediano plazo en nuestra región que serán cada vez más difíciles de prever.
Bajo su análisis, podemos establecer que al disminuir los bosques, el ciclo de lluvias se alterará, generando meses incontables de sequía en la provincia. Además, como los bosques actúan como una «esponja natural» que ayuda a prevenir las inundaciones, la pérdida de los mismos traería consigo más tragedia a la población chaqueña, que como sabemos, sufre mucho de este tipo de inclemencias climáticas.
Estos bosques están siendo sistemática y aceleradamente destruidos por la industria agropecuaria y la ganadería intensiva que avanza sin ningún control. Gran parte de la deforestación se realiza en zonas protegidas por la Ley de Bosques. Las inundaciones son una consecuencia directa de la destrucción de los bosques nativos. Estos fenómenos complejos son claro ejemplo de los procesos de desertificación, que involucran un componente natural (déficit de agua, tierras secas) pero sobre todo uno antrópico: el mal uso, o el uso desmedido que hacemos de estos sistemas de tierras secas.
Si la selva desaparece, no solo desaparece un ambiente único y fundamental, sino que también se reducirá la capacidad de Argentina como país agropecuario.

