Diputados: una agenda cargada, frustrada por la falta de quórum y Charole bajo la lupa
La sesión legislativa prevista para este miércoles fue levantada por falta de quórum, en medio de un clima político marcado por tensiones internas dentro del Partido Justicialista. La ausencia de la diputada Andrea Charole y la llegada tardía de Paola Benítez fueron determinantes para que la oposición no alcanzara los números necesarios para habilitar el debate. Con el oficialismo reunido por fuera del recinto y sin la presencia de los bloques mayoritarios, la sesión terminó siendo suspendida.
En el temario de la jornada figuraban temas de alto interés público, como el aumento salarial para trabajadores legislativos, proyectos de regularización laboral, el tratamiento de la ley de “Ficha Limpia”, y una propuesta de alternativa a la tarjeta alimentaria. También estaban previstos expedientes relacionados con pueblos originarios y reclamos sobre la situación del INSSSEP, todos temas que quedaron postergados ante la imposibilidad de iniciar el debate parlamentario.
Charole, en el centro de la tormenta
La ausencia de Andrea Charole no pasó desapercibida y encendió nuevas alertas dentro del peronismo chaqueño. La legisladora ya había quedado bajo la lupa semanas atrás por su voto decisivo que permitió el archivo del proyecto de cláusula gatillo para docentes, lo que generó fuertes críticas desde sectores gremiales y políticos afines al justicialismo. Ese episodio motivó un pedido de sanciones ante el Tribunal de Disciplina del PJ, lo que tensionó aún más la interna partidaria. La decisión de Charole de no asistir a la sesión de este miércoles es interpretada por muchos como una señal política, que agudiza el malestar dentro de un partido que aún no logra ordenar su agenda ni alinear sus posiciones.
Mientras las diferencias internas se profundizan, el PJ enfrenta crecientes dificultades para consolidar una oposición eficaz dentro de la Legislatura. La falta de coordinación entre sus representantes y los reiterados episodios de ausencia o desacuerdo han debilitado su capacidad de incidir en el desarrollo parlamentario, lo que genera cuestionamientos tanto desde adentro como desde fuera del espacio.
La sesión caída de este miércoles es un reflejo más de esa crisis: una agenda socialmente urgente que no pudo discutirse, una bancada dividida, y una dirigencia peronista que parece más concentrada en resolver sus conflictos internos que en responder a las demandas de la ciudadanía.
