Diez operativos en relación a una banda que sustraía criptomonedas mediante torturas
La investigación se inició el 30 de abril, cuando una persona fue sometida a torturas durante cuatro horas y le robaron criptoactivos por un valor de 120 mil dólares.
Este martes, el Departamento de Cibercrimen de la Policía del Chaco, con el apoyo de la Dirección de Investigaciones Tecnológicas Especiales de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, realizó diez allanamientos simultáneos para desmantelar una organización delictiva dedicada al robo de criptomonedas utilizando métodos violentos: forzaban a sus víctimas a entregar las claves de acceso de sus billeteras virtuales mediante agresiones físicas.
La investigación, conducida por la Dirección General de Investigaciones, se originó en un incidente ocurrido en una casa en calle El Pintado al 2500, en Resistencia. Cuatro delincuentes armados ingresaron, redujeron al propietario, lo golpearon, ataron y mantuvieron cautivo más de cuatro horas. Durante ese tiempo, lo forzaron a desbloquear su cuenta de Binance, desde la cual transfirieron fondos equivalentes a 120 mil dólares en criptomonedas.
La pesquisa incluyó la revisión de grabaciones de cámaras de seguridad, geolocalización de teléfonos en la zona y un análisis detallado de las transacciones en la red blockchain. Gracias a estas acciones, los agentes identificaron las billeteras virtuales que recibieron los activos robados y las relacionaron con individuos a través de plataformas como Binance, Ripio, Bybit y Stake.com. También se aplicaron técnicas de análisis de inteligencia y OSINT para establecer conexiones entre los implicados, como interacciones en redes sociales, coincidencias en domicilios, uso compartido de dispositivos y vínculos con cuentas en exchanges.

Con toda esta evidencia, se solicitó autorización judicial para realizar los allanamientos, que se llevaron a cabo en las últimas horas. Durante los operativos, la policía porteña utilizó equipamiento tecnológico especializado para incautar dispositivos y datos digitales fundamentales para el avance de la causa. El caso fue caratulado como “presunto robo calificado con privación ilegítima de la libertad” y sigue en etapa de instrucción.


