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Desde la U7, Horacio Rey rompió el silencio

A poco más de seis meses de que fuera detenido acusado de malversación de fondos públicos y lavado de dinero (entre otros delitos), el exsecretario general de la Gobernación, Horacio Rey, rompió el silencio. Lo hizo por medio de una solicitada.

La determinación de hacerlo fue por las acusaciones del artista Humberto Lamberti, quien pide se le abone un obra que realizó, valuada en 220.000 de pesos.

 

LA SOLICITADA

Al pueblo del Chaco

Hoy digo basta. Es mi deber comenzar a aclarar algunas cuestiones. Por eso es que en esta primera comunicación pública hablaré de un hecho puntual.

Una serie de versiones infundadas provenientes de una burda operación motivan que hoy el camino para aclararlas sea este. Hay una clara maniobra para aprovecharse de la situación en la que me encuentro, sin opción a defensa.

En primer lugar es mi deber dejar en claro que jamás he solicitado la obra de arte en cuestión. Segundo, informar que ese cuadro llegó a la oficina como parte del proceso de refacción de la Subsecretaría de Legal y Técnica, proyecto que habían llevado adelante los García Amud.

En tercer término aclaro que cuando recibí al artista, él mismo me manifestó que la obra estaba ‘pagada por los Amud’. Ahora resulta que esta persona, aprovechándose de la situación que atravieso, sin opción de defensa, sale a hacer un reclamo totalmente infundado.

Seguramente lo hace en clara complicidad con quienes emprendieron aquellas obras de refacción de Casa de Gobierno.

Me parece que es un detalle insoslayable el hecho de que la factura difundida no posee fecha y su número es el 001, lo que incrementa exponencialmente las sospechas respecto de su validez y veracidad.

“Cuando se completaban aquellas tareas de refacción de las oficinas Legal y Técnica, los García Amud incluyeron el cuadro como parte de la decoración. Se recuerda además que en aquella oportunidad los García Amud también habían realizado obras de remodelación del despacho oficial del gobernador y en la reconstrucción de la residencia oficial de la calle Saavedra.

Esta situación, que se suma a otras, adelanta las decisiones que iré tomando y que me acercan a romper el silencio para brindar todo tipo de detalles acerca de la causa que me involucra. Por lo demás, espero pronto poder hacer uso de mi legítimo y constitucional derecho a defensa. Será Justicia.

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