De Vido participó desde Comodoro Py en la segunda audiencia del juicio por los cuadernos
Con 40 minutos de retraso, se desarrolló este jueves desde las 9.40 la segunda audiencia del juicio oral por la causa conocida como los Cuadernos de las Coimas, considerada la investigación más importante por corrupción en la historia argentina. El proceso, que se lleva adelante de forma virtual ante el Tribunal Oral Federal N° 7, tiene entre los principales acusados a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, exfuncionarios de su gobierno y más de medio centenar de empresarios.
Durante esta jornada se continuó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio elaborado por la fiscal Fabiana León, un documento de más de 678 páginas, del cual en la primera audiencia solo se habían leído 132.
El presidente del tribunal, Enrique Méndez Signori, inició la audiencia con un descargo en defensa de la modalidad virtual, cuestionada por la Cámara de Casación y la Corte Suprema debido a las demoras y dificultades técnicas registradas. “Para el jueves pasado ni siquiera había una sala de audiencias disponible para iniciar el juicio de manera mixta o presencial”, señaló el magistrado.
El juez reconoció algunos inconvenientes técnicos “subsanables” y anunció que, para agilizar el proceso, a partir del 25 de noviembre las audiencias se realizarán dos veces por semana, los martes y jueves. Además, el Tribunal solicitará a la Corte Suprema el uso de la Sala de Derechos Humanos del Palacio de Tribunales para avanzar en una modalidad híbrida en las etapas siguientes.
Julio De Vido, exministro de Planificación Federal, sigue el debate desde el Tribunal Oral N° 4, en Comodoro Py, donde se encuentra detenido por la causa de la tragedia de Once. En tanto, Cristina Kirchner volvió a manifestarse en redes sociales antes del inicio de la audiencia, calificando la investigación como una “opereta judicial” y asegurando que los “arrepentidos” fueron “extorsionados”.
El juicio involucra a 87 imputados y se espera que se extienda por varios años debido a su complejidad y al volumen de pruebas que deberán analizarse.
Fuente: LA NACION
