Conflicto en el Garrahan: sin propuesta salarial, el Gobierno plantea un polémico plus por productividad
El Ministerio de Salud nacional mantuvo este jueves un primer encuentro con los médicos residentes del Hospital Garrahan, en medio de un creciente conflicto por los bajos salarios y el deterioro de las condiciones laborales. Aunque desde la cartera sanitaria admiten que los ingresos están desfasados, no ofrecieron una mejora salarial concreta y evalúan implementar un controvertido plus por productividad, aún sin detalles claros.
En la reunión, solicitada por los propios residentes, las autoridades del hospital —cuyo control es compartido entre Nación (80%) y Ciudad (20%)— escucharon los reclamos por ingresos que están por debajo de la línea de pobreza, lo que provoca fuga de profesionales y el vaciamiento del hospital, uno de los más prestigiosos del país en pediatría.
Desde Salud aseguran que el conflicto está incentivado por los gremios y niegan problemas presupuestarios, argumentando que el crédito para gastos aumentó un 241% en 2025, pero que se debe mejorar la eficiencia en el uso de los fondos. En contraposición, los médicos sostienen que la pérdida del poder adquisitivo ronda el 40% y que los reemplazos no alcanzan para cubrir las deserciones.
Algunas medidas y tensiones
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Se ofreció un aumento del 15% por tareas de alta complejidad y se elevó la hora de guardia a $8000, aunque estos incrementos se consideran insuficientes.
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Se planea aplicar un sistema biométrico de control de ingreso para todo el personal, incluidos médicos y enfermeros, lo que generó malestar.
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El Gobierno advirtió que podrían desvincular a quienes no cumplan horarios y reiteró su intención de reducir el personal administrativo, que, según cifras oficiales, duplica al médico de planta (953 frente a 478).
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A pesar de la crisis, en Salud afirman que “no hay problema de deserción”, aunque los médicos aseguran lo contrario.
“El hospital se está desmembrando”, sostuvo un pediatra con más de dos décadas de trayectoria. “Nos pagan miserias y los pocos que se forman acá terminan migrando al ámbito privado”, agregó otro residente.
El malestar crece mientras el Garrahan continúa dependiendo fuertemente del esfuerzo de sus residentes, quienes cubren funciones esenciales en un contexto de salarios congelados y sobreexigencia estructural.

