Chaco ahogado por la deuda: garantizan sueldos, pero no hay margen para aumentos
En un contexto económico adverso y con una provincia fuertemente condicionada por deudas contraídas en gestiones anteriores, el ministro de Hacienda, José Alejandro Abraam, confirmó que los sueldos y beneficios como los refrigerios están garantizados, a pesar de que la caja provincial continúa en una situación crítica. «La cuestión salarial es complicada. Los recursos de coparticipación se destinan prácticamente en su totalidad al pago de salarios. Lo que hoy está complicado es otorgar aumentos, teniendo en cuenta que se recurre para poder llevar adelante el proceso de salarios a un anticipo de coparticipación y a un anticipo del mismo Banco.», señaló.
En esa línea, el Ministro destacó los aumentos otorgados durante el primer año de gestión. «Hay que tener en cuenta que en este año y medio de gestión se han otorgado aumentos que muchas veces han estado por encima de los recursos que han ingresado a la provincia, y bueno, llega un momento en el que se complica seguir recurriendo al financiamiento».
Consultado sobre la suspensión de la cláusula gatillo, Abraam indicó que «no se puede pagar porque no hay margen de recursos. Hubo incrementos en las épocas en donde fue complejo y se acompañó el proceso inflacionario. Hoy que está más estable, hay que tener en cuenta que la provincia no solo tiene que pagar sueldos, también tiene que atender la salud, la seguridad y educación», explicó y agregó, «hoy, vos tenés un sistema de salud donde hay medicamentos, un sistema de seguridad donde hay cobertura. Hay una serie de cosas que se han ido ordenando en este tiempo».
Frente a versiones sobre posibles recortes, el funcionario desmintió cualquier intención de eliminar el pago de refrigerios, asegurando que se mantendrán intactos. «En ningún momento se ha planteado», sostuvo.
Una herencia costosa que compromete el presente
La administración chaqueña cumplió recientemente con el pago de la cuarta cuota del Bono Internacional, una deuda en dólares originada durante la gestión del exgobernador Domingo Peppo y renegociada por el exmandatario Jorge Capitanich. El pasivo, que ronda los 32 millones de dólares repartidos en ocho cuotas, constituye uno de los principales desafíos financieros del actual gobierno. «Hasta ahora, ya hemos cumplido con cuatro cuotas, cada una cercana a los 4 millones de dólares, utilizando herramientas como créditos del Banco Nación, títulos provinciales y letras del Tesoro chaqueño», detalló
Las próximas cuotas (cinco restantes) deberán afrontarse en febrero y agosto de cada año venidero. Según el ministro, la gestión trabaja activamente en alternativas de refinanciación, pero reconoció que la provincia enfrenta condiciones de mercado desfavorables para el acceso a nuevo financiamiento.
Abraam fue enfático al afirmar que, si bien el pago de salarios está garantizado, la posibilidad de otorgar nuevos aumentos salariales es limitada por el peso de la deuda y el escaso margen fiscal.
Finalmente, el ministro remarcó que la provincia continúa honrando sus deudas no solo como una obligación legal, sino como un gesto de seriedad ante los organismos financieros nacionales e internacionales. «Lo que buscamos es que Chaco siga siendo sujeto de crédito. Cumplir con los compromisos nos permite seguir gestionando herramientas para el desarrollo y garantizar la estabilidad a futuro», concluyó.
