Capitanich cuestionó el proyecto de Reforma Laboral y propuso agenda para generar empleo
El senador Jorge Capitanich realizó un análisis crítico sobre el proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno Nacional. Destacó varios puntos negativos sobre los que gira el proyecto y propuso alternativas para la generación de empleo formal.
Sobre la creación de un Fondo de Despido (FAL) sostuvo que implica una pérdida de 2.500 millones de dólares, lo que significa que 500 mil jubilados financiarían los despidos a través de sus fondos.
En cuanto a la actividad sindical, se detuvo en dos cuestiones. La primera es que la ley busca disminuir el costo de las indemnizaciones, al tiempo que debilita la capacidad negociadora de los gremios. Por otro lado, la actividad sindical se ve afectada por un techo a las paritarias y la promoción de la precarización laboral, por ejemplo el trabajo en plataformas digitales.
Otro punto conflictivo es la derogación o modificación de leyes que favorecen y protegen a los trabajadores. Por ejemplo, la ley más favorable.
El senador también cuestionó el argumento oficial de que la reforma incentivará la formalización del empleo. Según los datos citados, desde la implementación de la Ley Bases solo se regularizaron 16.000 empleos, lo que representa apenas el 0,003%, frente a un universo de entre 5,7 y 9 millones de trabajadores informales o precarizados en el país. “Estas leyes no sirven para generar empleo genuino”, sostuvo
Las alternativas propuestas
Frente a este escenario, Capitanich planteó la necesidad de avanzar en una agenda laboral alternativa, orientada a la formación continua, la reconversión laboral y el aumento de la productividad frente al impacto de los cambios tecnológicos. En ese marco, subrayó la importancia de fortalecer la capacitación y mejorar la calidad de los servicios como ejes centrales para una inserción laboral competitiva y sostenible.
Asimismo, remarcó la necesidad de establecer beneficios y regulaciones específicas para los sectores más vulnerables, como las trabajadoras y trabajadores de casas particulares, el sector rural y las pequeñas y medianas empresas, contemplando las particularidades de cada actividad.
Por último, llamó a incentivar la formalización y la regulación del empleo, y advirtió que cualquier reforma laboral debe promover trabajo formal y con derechos, sin debilitar la organización sindical ni desmantelar las condiciones laborales conquistadas. “La reforma debe promover empleo formal y regular, evitando el debilitamiento sindical y el desguace de las condiciones laborales”, afirmó.
En todos los países de la región y del mundo se reduce la jornada laboral, y aquí se pretende extenderla. En segundo lugar, disminuir el financiamiento de las obras sociales es claramente quebrarlas para luego establecer mecanismos de intervención.
Todo lo que está contenido en este plexo normativo pretende, en definitiva, generar las condiciones para el debilitamiento de la negociación colectiva y de la intervención sindical, la precarización del empleo y de sus condiciones laborales, el apuntalamiento de la destrucción del salario y, obviamente, la no generación de empleo.
Capitanich afirmó que darán el debate en el Senado con números y precisión, y destacó que el período de crecimiento laboral entre 2003 -2008 se debió a la implementación de políticas heterogéneas, el impulso de la industria, a la regulación laboral efectiva y a un liderazgo político.
Por último, el Senador afirmó: “No se genera empleo a través de la precarización laboral. Se genera más empleo defendiendo la industria, la producción nacional, una Argentina federal, productiva y con justicia social”.

