Atenas 2004: a 21 años del oro de la Generación Dorada
Un 28 de agosto de 2004, la selección argentina de básquet escribió una de las páginas más gloriosas de la historia deportiva nacional. En los Juegos Olímpicos de Atenas, el equipo dirigido por Rubén Magnano derrotó a Italia por 84-69 en la final y se colgó la medalla de oro, el mayor logro del básquet argentino.
El recorrido hacia la gloria estuvo lleno de gestas memorables. En los cuartos de final, Argentina dejó en el camino al anfitrión Grecia en un duelo electrizante que terminó 69-64. Luego, en semifinales, llegó el golpe más resonante: la victoria ante Estados Unidos por 89-81, frente al llamado “Dream Team” de la NBA, repleto de estrellas. Ese triunfo fue un hito que marcó un antes y un después en el deporte mundial.
La final tuvo un sabor especial: era la revancha frente a una Italia que había vencido en la fase inicial. Esta vez, el conjunto albiceleste no dejó dudas. Con Luis Scola como figura —25 puntos y 11 rebotes—, acompañado por Manu Ginóbili (16), Rubén Wolkowyski (13) y Alejandro Montecchia (17), Argentina desplegó carácter, talento y espíritu colectivo para alcanzar la cima.
Hoy, a 21 años de aquella hazaña, el recuerdo sigue intacto. La Generación Dorada no solo logró un título olímpico, sino que demostró que con trabajo, coraje y unidad se podían derribar gigantes y dejar una huella imborrable en el deporte argentino.

