Abuso sexual en el San José Obrero: el 29 de noviembre se conocerá si la causa se eleva o no a juicio
Salvador Medina era responsable de la clase de catequesis en la escuela. Fue imputado por abuso sexual simple agravado por la tutela del menor.
«Hoy estamos en una instancia clave. No queremos que esta persona se dé a la fuga, ya que el 29 de noviembre se decidirá si la causa se eleva o no a juicio». Así lo confirmó una de las madres que denunció el abuso de su hijo de apenas 4 años, hecho ocurrido en el año 2017, por parte del profesor de catequesis en la escuela, Salvador Medina.
Mariana Santos Oliveira, contó por Radio Libertad, que «hubo instancias pre-Gesell donde la justicia fue muy lenta. Una psicóloga que iba a ser perito renunció, por lo que la instancia se realizó tres meses después de lo previsto y el fiscal Jorge Cáceres Olivera estuvo presente (algo que no es común), por todas las irregularidades que hubo».
«Después de dos años, en marzo de 2019 nuestro hijo pudo hacer la Cámara Gesell, sin olvidar lo que pasó. Con 6 años pudo contar lo que pasó con palabras más precisas, teniendo en cuenta que tenía 4 años cuando sucedió», dijo.
«Luego presentamos dos testigos más, que eran padres del colegio, y pedimos que la causa sea elevada a juicio. La defensa de Salvador Medina se opuso y por eso se retrasó el proceso», precisó y además, detalló que si bien hay varios denunciantes, sólo se continuó con el caso de éste niño. «Nuestro hijo fue el único que pudo llegar a Cámara Gesell», indicó Santos.
Cabe aclarar que la denuncia se realizó en 2017, pero recién este año el fiscal decidió imputar y llamar a declarar al acusado, Salvador Medina.
El caso
En octubre de 2017, Salvador Medina, de 25 años en aquel entonces, fue imputado por “Supuesto Abuso Sexual Simple”.
Dos menores de 4 años, alumnos del jardín de infantes del Colegio San José Obrero, institución educativa ubicada en Molina 565, en Resistencia, habrían sido víctimas de abuso por parte del profesor que dictaba clases de catequesis.
Las exposiciones fueron efectuadas en un caso por la directora de la entidad y luego ratificada ante la Justicia por el padre del menor; y en el otro caso por los padres.
En el primer caso, los padre se dieron cuenta porque el nene «se tocaba los genitales de una manera rara, diferente», había explicado el procurador Canteros.
«El chico empezó a manifestar síntomas de abuso, no quería asistir al colegio, lloraba desconsoladamente cada vez que lo dejaban en la institución y a preguntar específicamente por las clases de catequesis, a la que no quería asistir y hacía un escándalo para no ir. A lo que se le sumó que el chico se empezó a orinar en la cama”.

