A 47 años de la muerte de Pablo VI, el papa viajero
El 6 de agosto de 1978 fallecía el papa Pablo VI, a los 80 años, dejando una profunda huella en la historia de la Iglesia católica. Nacido como Giovanni Battista Montini, había sido arzobispo de Milán antes de ser elegido Sumo Pontífice en el cónclave de 1963.
Pablo VI asumió en medio del Concilio Vaticano II, iniciado por su antecesor Juan XXIII, y fue quien lo clausuró en 1965, impulsando reformas clave en la Iglesia. Su pontificado se caracterizó por una fuerte apertura al diálogo ecuménico y por un compromiso con la paz y los derechos humanos.
En 1964 protagonizó un encuentro histórico en Jerusalén con Atenágoras I, líder de la Iglesia Ortodoxa. Fue la primera vez en 500 años que los máximos representantes de ambas iglesias se veían cara a cara.
En 1968 publicó la encíclica Humanae Vitae, uno de los documentos más controvertidos del siglo XX, en la que reafirmó la oposición de la Iglesia al aborto y a los métodos anticonceptivos.
Además, Pablo VI fue el primer papa en visitar los cinco continentes, lo que le valió el apodo de «el papa viajero».
En 2018, el papa Francisco lo canonizó, elevándolo a los altares como santo de la Iglesia católica.

